El encuentro fue de reconocimiento. Aunque no es la primera vez que están en esta situación, como en el pugilismo, en el primer encuentro apenas se avanzó un paso. Así, el Frente de Unidad Docente (FUD) y el gobierno abrieron la paritaria para discutir la mejora salarial de los trabajadores de la educación de 2018.
El gobierno propuso un esquema con tres ejes: un aumento del 15% por ciento para todo el año. De acuerdo con los cálculos oficiales eso llevaría el salario promedio del sistema a $28.358. Los funcionarios dijeron que se abonará un “reconocimiento extraordinario” por única vez de $4.500 pesos para los docentes titulares que no faltaron durante el ciclo lectivo 2017. “Esto es por fuera de la negociación paritaria”, o sea que lo pagarán de todas maneras. Y por último, se comprometió a elaborar para la próxima reunión una propuesta que tenga en cuenta el concepto de presentismo, para el 2018.
Antes de eso, el secretario general de Suteba, Roberto Baradel, planteó las exigencias: “La oferta tiene que estar a la altura de las expectativas inflacionarias. Ya el Banco Central habló de 19,4%, nosotros creemos que será más alta. No vamos a aceptar salarios a la baja. Además, debe haber cláusula gatillo y reconocimiento de la pérdida de poder adquisitivo del año pasado”, planteó el dirigente. El gobierno presentó la primera propuesta, tal como había trascendido: 15% de aumento y sin mecanismo de reacomodamiento automático. Esa es la premisa que plantea la Casa Rosada y que pretende que se mantenga en todas las discusiones paritarias públicas y privadas. Aunque la brecha entre las pretensiones gremiales y los objetivos oficiales es amplia, por ahora no se menciona la posibilidad de medidas de fuerza directas. “Nosotros no hemos hablado de paro. Eso lo plantea el gobierno, quizá para usarlo como herramienta para atacar a los gremios”, aclaró Baradel. Y de paso exigió “racionalidad” al ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro que ya resolvió no habilitar la discusión en una negociación nacional. “Eso pone en riesgo las clases en muchas provincias”, admitió el jefe sindical que además integra la conducción de la Ctera. Las clases deberían empezar el 5 de marzo. A diferencia de otras ediciones de la pelea salarial entre autoridades y docentes, esta vez no hubo protestas frente al ministerio de Economía, donde se concretó la mesa paritaria. Estuvieron los representantes de Suteba, FEB, Sadop, Uda y Amet –por el sector de los maestros- y los ministros de Trabajo, Marcelo Villegas, Educación, Gabriel Sanchez Zinny y el anfitrión, Hernán Lacunza.