El presidente Mauricio Macri dio vía libre para la discusión parlamentaria de la despenalización del aborto y desde la Iglesia católica salieron a cuestionar la discusión, e incluso el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, acusó al Gobierno de no tener principios.
En medio del debate, sobre el que difieren las opiniones puertas adentro del Gobierno y en los diferentes bloques del Congreso, salió a hablar el ex vocero de Jorge Bergoglio en la ciudad de Buenos Aires y uno de los presidentes del Instituto del Diálogo Interreligioso.
"Había muchas cosas para discutir; estamos necesitados de otras discusiones y que se estaban dando, como la discusión del salario, la actualización porque la gente tiene que comer, hay un 25% de inflación programada y quieren dar un 15% de aumento, eso es quitarle un 10% de sueldo a la gente", analizó el cura en diálogo con radio La Red.
"Esto lo digo desde el punto de vista político: si es una jugada del Gobierno distractiva, la verdad es poco feliz. Ellos siguen bombardeando su propio electorado, gran parte de su electorado es católico", remarcó.Además dijo que la "discusión" sobre el tema del aborto "termina tapando los temas de la semana" y que no contribuye al debate en sí porque se "polarizan" las posturas.
Y continuó: "Me parece que en Argentina con todos los problemas que tenemos, estamos tratando de salir, tenemos un montón de gente debajo de la línea de pobreza; aboquemos las energías a otras cosas", concluyó el hombre que fue vocero de Bergoglio durante ocho años.
"A Mauricio Macri yo lo llevé a ver a Bergoglio por primera vez, tengo una relación con Mauricio de muchos años que no frecuento pero lo conozco bien, y él me decía "cuando llegan los temas que importan, lo que van a hacer es una encuesta para ver qué es lo que piensa la gente y en base a eso van a decidir"", contó el cura.Marcó también se refirió a las declaraciones de monseñor Aguer y dijo que es parte de las distintas opiniones sobre la despenalización del aborto.
Y comparó la discusión actual con la situación durante los 12 años de gestión kirchnerista, en particular el último período de Cristina Kirchner cuando "por un tema de principios de ella (la presidenta), que estaba convencida del derecho de los niños por nacer a llegar al final de su gestación, nunca habilitó el debate".
Aunque remarcó que que el tema del aborto "no es una cuestión religiosa para discutirlo con la Iglesia; todos los argumentos tienen que dirimirse desde el lado de la ciencia. Hoy se sabe que está todo el código genético cuando un óvulo y un espermatozoide están fecundados. Nadie duda que ahí hay un ser único e irrepetible".Al ser consultado sobre la opinión del papa Francisco, respondió que no sabe si el tema "puede enojarlo o no".
