El presidente de Procrear y flamante secretario de Vivienda, Ivan Kerr, es el principal impulsor dentro del Gobierno del seguro anti-crisis para los créditos hipotecarios UVA. El sistema que imagina consiste en la creación de un fondo, financiado por un plus en las cuotas de los tomadores de créditos, que llegado el momento pueda actuar como seguro en el caso de un gran crisis, que dispare la inflación muy por encima de los salarios. Hasta ahora los créditos UVA contemplan esta posibilidad, pero de manera atenuada: si la inflación supera en 10 puntos la evolución del CVS (coeficiente de variación salarial), entonces el banco puede extender hasta un máximo del 25% el plazo del préstamos para que la cuota no aumente más alla de las subas salariales. Sin embargo, el proyecto en estudio está pensando –según admiten en el Gobierno– para una crisis mucho más grande, al estillo 2001/2002.
En ese caso, el fondo de garantía podría actuar rescatando a los deudores y garantizando el pago de la deuda. Los colaboradores de Kerr estiman que dicho fondo podría sumar rápidamente unos 3000 millones en el caso de los créditos Procrear y unos 9000 millones en el caso de los préstamos UVA otorgados por los bancos. Su objetivo es que de esa manera se puedan "securitizar" el paquete de créditos UVA, es decir, puedan ser lanzados al mercado de capitales como bonos por los bancos, y conseguir así más financiamiento para continuar con el crecimiento de los préstamos hipotecarios. De hecho, este es un problema del sistema. El boom de créditos del año pasado (aumentaron más del 70%), difícilmente pueda repetirse este año ya que, con la dolarización de ahorros, los depósitos en pesos no crecen a buen ritmo y por lo tanto la liquidez disponible de los bancos se redujo drásticamente.
El diputado del Frente Renovador, Marco Lavagna, tiene su propio proyecto de seguro anti-crisis para los créditos UVA. Con una diferencia sustancial con el proyecto oficial: pretende que el seguro no lo pague el usuario sino el Banco Central, con parte de sus utilidades. Es decir que el seguro sea completamente estatal. La iniciativa cuenta con el aval de la mesa de acuerdo parlamentario que negociaron Miguel Pichetto en el Senado con Sergio Massa y Diego Bossio en la Cámara de Diputados. Y es uno de los requisitos que plantea el peronismo no K en el Congreso para avanzar con la aprobación de la reforma de la ley de mercados de capitales que impulsa la Casa Rosada.
Pero el mayor escollo que encuentra el proyecto de seguro anti-crisis en cualquiera de sus versiones es el rechazo del presidente del Banco Central. Federico Sturzenegger considera que el proyecto no sólo no es necesario sino que instala la idea de que en Argentina puede repetirse una crisis como la de 2001/2002, algo que hoy está afuera de la agenda de la gran mayoría de los economistas. Así se los trasmitió al propio presidente Macri, quien deberá laudar en la interna oficial. A lo sumo, Sturzenegger aceptaría que, individualmente, cada banco ofrezca a sus clientes, como algo optativo, la posibilidad de tomar un crédito UVA con seguro (con cuota más cara) u otro sin seguro. Pero, sin grandes proyectos legislativos de por medio, como una estrategia comercial de cada entidad.