El Gobierno mostró como un éxito la reducción del déficit fiscal primario (antes del pago de intereses de la deuda) durante el primer bimestre de 2018. En fecto, en ese período déficit operativo del Estado nacional disminuyó 29,6% respecto de igual período del apo pasado. Son 6.861 millones menos que en el primero bimestre de 2017. Sin embargo, la principal variable de ajuste fue la obra pública, por encima de los subsidios económicos, y en particular los fondos destinados a la construcción de viviendas populares. La obra pública se recortó en $9.195 millones y dentro de este monto se destaca la caída en los fondos destinados a viviendas: – $ 5.193 millones.
Según las planillas de la Secretaria de Hacienda (ver arriba), los datos son los siguientes:
— El déficit fiscal operativo (recaudación menos gastos antes del pago de intereses) descendió de $ 23.160 millones en el primer bimestre del 2017 a $ 16.299 millones en igual lapso de este año; es decir, $ 6.861 millones menos.
— Los gastos de capital (obra pública pública) se ajustaron de $ 32.905 millones el año pasado a $ 23.710 millones en el primer bimestre de este año. Así, la obra pública se recortó en 9195 millones de pesos, un 27,9% menos en términos nominales. En particular, la inversión en viviendas populares se contrajo nada menos que 66,9%, $ 5.193 millones menos que en los dos primeros meses del año pasado.
— Los subsdios económicos, en tanto, se redujeron en 4.334 millones, un 18,4% menos que en el primer bimestre del año pasado, lo cual se explica en su mayor parte por la poda de subsidios energéticos: $ 3.478 millones menos (- 38,8%).
Pasado el año electoral, la obra pública parece ser la principal variable de ajuste para cerrar las cuentas fiscales. El recorte de fondos más que duplica el ahorro en los subsidios económicos como consecuencia del aumento en las tarifas de servicios públicos. Fuentes oficiales aseguran que dichos recortes presupuestarios podrán ser compensados con la implementación de las obras financiadas por el sistema de PPP (Participación Pública Privada). Un esquema que prevé la licitación de obras públicas que financiarían en el arranque empresas privadas, pero con la garantía de recupero de la inversión en parte con mecanismos de recaudación específicos (como peajes, en el caso de las rutas) y en parte con la emisión de bonos del Estado. Sin embargo, hay dudas de que el sistema pueda ser puesto en marcha a la brevedad para compensar el ajuste en la obra pública tradicional prevista en el Presupuesto.