Los empresarios y banqueros que consultaron el último informe del Estudio Broda quedaron preocupados. No tanto por el panorama que trazó el propio Miguel Angel Broda sobre el ajuste fiscal que será necesario en el segundo semestre de este año y durante 2019 para cumplir las metas del FMI. Lo que más preocupó es panorama político que ofreció Rosendo Fraga, quien desde hace años comparte las tradicionales reuniones mensuales del estudio.
Rosendo Fraga cree que se vienen tiempos de alta conflictividad social y vincula la decesión de Macri de modificar la reglamentación de la ley de defensa con ese escenario, algo que es negado por el Gobierno.
Los principales puntos del informe son los siguientes:
n “No es casual que en la noche del jueves 24 de mayo, el Presidente puso en marcha la modificación de la reglamentación de la ley de defensa, para permitir que las Fuerzas Armadas cooperen en seguridad interior. El decreto 727 de 2006 (firmado en el gobierno de Kirchner) dice que las Fuerzas Armadas sólo pueden ser empleadas frente a una amenaza externa, cuando esta provenga de una Fuerza Regular de un estado extranjero. En el conflicto militar moderno quiere decir que nunca”.
n “Ese mismo día al atardecer tuvo lugar una protesta de personal de la Policía Federal con uniforme y a cara descubierta, con consignas contra la Ministra Bullrich y el FMI, precipitada por la decisión de dar a 4.000 agentes de la institución, la opción de pasar al interior, incorporarse a la Policía Metropolitana o pasar a retiro. El hecho tomó por sorpresa al gobierno, que a través de la Ministra había dado la orden de endurecer la represión de las protestas, comenzando con la detención de los metrodelegados del subte el martes 22 de mayo, situación que extendió una medida de fuerza que se realizaba en dos líneas, a todas. Al día siguiente (23) tuvo lugar la “Marcha Federal Docente” en defensa de la Escuela Pública que fue multitudinaria. El jueves (24) el paro nacional y marcha de los sindicatos portuarios y marítimos y el viernes (25) el acto contra el FMI bajo el lema “La Patria está en peligro” del que participaron sindicatos peronistas que responden a Moyano, el sindicalismo combativo de las dos CTA, movimientos sociales, organizaciones de derechos humanos y artistas, que convergen en el “Movimiento 21F”.
Las coincidencias de protestas crecientes y dificultades en las Fuerzas de Seguridad Federales, llevaron a Macri avanzar con un proyecto demorado durante dos años.
n Esto ha llevado también a un cambio en el enfoque social del gobierno, que hasta fines de la semana pasada pensaba que el problema era la pérdida del voto de la clase media y no la situación de los pobres. El lunes 28 de mayo, desde distintos puntos del país se inicia una marcha nacional por “Paz, Pan y Trabajo”, convocada por los movimientos sociales (piqueteros), alrededor del llamado “Trío de San Cayetano”: la Central de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Combativa Clasista (CCC) y el Movimiento Barrios en Pie. Este sector tiene llegada con el Papa y buena relación con la Iglesia y dialogan con el gobierno desde una actitud opositora. Se han sumado a la marcha algunas agrupaciones como el Movimiento Evita, que el Gobierno creía haber sumado y también grupos radicalizados, como el
FOL y el “Frente Darío Santillán”.
n El gobierno ha tenido que asumir, que el 20% de devaluación del último mes, se traslada íntegra a los alimentos básicos, como pan, fideos y arroz, superando al promedio de los alimentos y la inflación. Ello implica que los sectores de menores ingresos que representan los movimientos sociales, se encuentran en una situación crítica. Ello llevó al Presidente en la misma noche del jueves 24 a disponer una mesa de dialogo permanente con ellos y a acelerar la distribución de alimentos a los comedores populares y comunitarios. La CGT y el Episcopado han dado señales de apoyo a esta marcha”.
En síntesis: el gobierno decide utilizar las Fuerzas Armadas en seguridad interior, cuando enfrenta situaciones de indisciplina en las Fuerzas de Seguridad Federal y crecientes protestas sociales. Pero al mismo tiempo impulsa una mesa de diálogo con los sectores piqueteros porque entiende que la devaluación ha llegado a los alimentos básicos.