El mayor riesgo del plan de Macri de "secar de pesos la economía" es en qué medida profundizará la recesión y hasta qué punto el empeoramiento de las condiciones sociales y políticas le permitirán mantener el rumbo.
El último informe de la consultora Macroview, que dirigen Carlos Melconián y Rodolfo Santángelo, apunta el análisis en esa misma dirección y advierte sobre el riesgo de que, en la desesperación por contener al dólar, la politica ultraortodoxa anunciada desemboque en una recesión en forma de letra "L", es decir que se prolongue en el tiempo.
El documento llama a los últimos anuncios del Gobierno el plan de emergencia "Tres Ceros": cero déficit fiscal primario; cero aumento de la base monetaria; y zona de cero intervención cambiaria. Pero en realidad para Melconián y Santángelo es el plan "Casi Tres Ceros", "porque seguramente ninguno de los tres ceros se cumplirá a rajatabla".
"El déficit fiscal primario 2019 con suerte empezará con cero, el aumento de la base monetaria no bajará del dígito anual y en la zona de cero intervención cambiaria el Tesoro venderá dólares del FMI con fines presupuestarios", dice el informe.
"Es un esquema de bombero para mitigar la crisis financiera y cambiaria, con bastantes efectos no deseados. Se optó por un “overshooting” monetarista. Es la antítesis del gradualismo del 10 de diciembre de 2015 y está en las antípodas del primer BCRA. Se pasó de fijar la tasa de interés y dejar que la cantidad de pesos sea la que fuere a exactamente lo contrario: fijar la cantidad de pesos y dejar que la tasa sea la que fuere. Prometer de la noche a la mañana cero déficit fiscal primario, cero aumento de la base monetaria a secas y zona de cero intervención cambiaria, no es el equivalente a un programa macro con potencia simultánea para estabilizar y quedar a tiro de reactivación", agrega.
La duda principal del nuevo paquete "aun saliendo bien" (cerrado el programa financiero con LETES incluidas, “resuelto” el tema LEBAC con las LELIQ en el limbo y estabilizado a fuerza de sequía monetaria el mercado cambiario), es el impacto que tendrá sobre la economía real "las tasas de interés en pesos exuberantes" a las que necesariamente lleva esta política. Y el peligro que implicaría "alargar en el tiempo la actual recesión". Dicho en otras palabras: una recesión larga tipo letra "L" tiene más efectos no deseados que una tipo "U" o "V".
Además, se advierte sobre otro punto clave. En la medida que la inflacion tarde en desacelerarse –para septiembre, las consultoras la ubican entre 6 y 7%, y para octubre entre 4 y 5%–, "transitar con la regla de bajísima expansión monetaria y tasas de inflación altas condenaría a la economía a una recesión larga y profunda".
En el nuevo escenario, entonces, y aún conteniendo la crisis, habrá que ver cómo responde el Gobierno ante las nuevas demandas que detonará la recesión. Primero, porque la caida del consumo y del salario real, junto con el aumento del desempleo y la probreza, impulsarán la protesta social en la calle. Segundo, porque "generará tensiones dentro de la propia coalición gobernante y potenciará el resurgiento opositor", dice Macroview.
Pero además, en ese contexto entrarán a jugar las especulaciones políticas en el nuevo escenario electoral. Al respecto la consultora aporta dos datos interesantes.
"Un antecedente juega en contra del gobierno: desde 1983, ningún oficialismo con malos resultados económicos fue reelegido. Un antecedente le juega a favor: con la oposición dividida, los oficialismos nunca perdieron", afirma.
La apuesta de Durán Barba y Marcos Peña de reeditar el clásico electoral con Cristina, con un peronismo dividido, estará más vigente que nunca.