El salto de la inflación de los pobres desbordó cualquier previsión. Según el Indec, el costo de la canasta básica de la pobreza se encareció 8,1% en septiembre. Así acumula un impresionante 46% en el último año (respecto de septiembre de 2017), casi 6 puntos por encima del índice de precios al consumidor, que en el mismo período se incrementó 40,5%.
En septiembre, para una familia tipo –matrimonio y dos hijos– el costo de la canasta para no ser pobre ascendía a 22.558 pesos.
Semejantes datos anticipan un fuerte aumento de los niveles de pobreza en el segundo semestre de este año, teniendo en cuenta la velocidad con que se aceleraron los precios de la canasta, tras la devaluación. Hasta noviembre pasado, inflación de los pobres corría al 22%, en abril –tras la suba del dólar de 17 a 20 pesos– ya se había incrementado al 26% anual, pero todavía estaba en línea con la evolución de los ingresos y los ajustes de la AUH. Cinco meses después, la inflacion de la canasta de la pobreza corre al 46% anual, 20 puntos por encima de los salarios de los trabajadores en blanco.
La otra cifra que impacta es la evolución de la canasta básica de alimentos, que se utiliza para medir los niveles de indigencia. En septiembre se encareció 8,5% y acumula un aumento de 43,1% en el último año. El mes pasado el valor de la canasta de indigencia para una familia tipo era de 9.059 pesos.
