Brecha entre la tasa que el BCRA paga a bancos por las Leliqs y lo que bancos pagan a ahorristas llega a 24 puntos (en febrero eran 8)

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El Banco Central insiste con la misma “receta”: la tasa de interés de referencia (de las Leliqs) sigue subiendo (hoy llegó al 67,2%) para intentar frenar al dólar. Sin embargo, los bancos sólo trasladan una parte de la tasa que cobran del BCRA por la Leliqs a la tasa de interés que los bancos pagan a los ahorristas en plazo fijo. Mientras persiste el riesgo de la “dolarización” electoral y de una recesión más larga en 2019.
  Pese a un repunte en los últimos días de la tasa de interés de plazo fijo, se mantiene un diferencial muy elevado entre lo que el Central le paga los bancos por las Letras de Liquidez -hoy una tasa promedio 66,8% por las Leliqs – y lo que los bancos le pagan a los depositantes de plazo fijos (cerca de 42% anual). Entre el primero de octubre de 2018 y mediados de marzo de este año los depósitos a plazo fijo en pesos del sector privado aumentaron 36,6%. Algo más de 380.000 millones de pesos. Hubo una primer etapa de “boom” de los plazo fijos del sector privado, cuando se combinaron las exorbitantes tasas de interés junto con el “veranito financiero” con dólar planchado. Duró hasta mediados de febrero. A partir del 14 de febrero el clima cambió por 2 factores. En primer lugar, el dólar comenzó a reaccionar y fue subiendo jornada tras jornada. Pasó de 38,2 pesos para el segmento mayorista a los 42,08 pesos actuales (casi 4 pesos de diferencia), una suba de 10% en apenas 25 días hábiles. En simultáneo la autoridad monetaria fue aumentando la tasa de interés que paga a los bancos por las Letras de liquidez (que emite y coloca en los bancos), con el objetivo de que la “zanahoria” de la súper- tasa de interés tiente a los ahorristas para quedarse en pesos en lugar de correr al dólar por temor a una nueva devaluación.
   La tasa de interés de las Leliqs –tasa de referencia para todo el sistema financiero– pasó del mínimo de 44% a mediados de febrero al 66,8%-promedio- actual. Volvió a niveles de los primeros días noviembre de 2018. En 25 días hábiles, la tasa de las Leliqs subió en 23 ocasiones y solamente bajó (marginalmente) en 2 ocasiones. Un aumento de la tasa de 23 puntos en sólo un mes y medio. Sin embargo, la de tasa de interés de los plazos fijo (en pesos) acompañó sólo en parte el movimiento brusco de la tasa de referencia del BCRA.
   En cifras. La diferencia entre una tasa de plazo fijo –minorista- y la tasa de referencia del Central, llegó a ser de sólo de 8 puntos el 14 de febrero, y de 11,7 puntos en promedio en los primeros 45 días del año. Pero en los últimos días ese diferencial se amplió a 24 puntos (ver gráfico). Los bancos se quedan por ahora, con gran parte de la suba de la tasas de las Leliqs, y las trasladan muy lentamente a los ahorristas.
   Según el informe diario del Banco Central, hoy la tasa de interés de plazo fijo (para depósitos de hasta 59 días) se ubica en 41,37%. La tasa Badlar, para depósitos de más de 1 millón de pesos, es de 43%. Y la tasa para depósitos de más de $ 20 millones llega a 46%.
   Si estas tasas de rendimiento en moneda local (tasa de Leliqs y plazo fijo) no vuelven a “acercarse”, habrá  problemas. Porque la señal que envía el BCRA para “des-dolarizarse” o evitar dolarización, no llega a la tasa de interés de plazo fijo. Por lo tanto no llega en su totalidad a los ahorristas. El peligro es que los ahorristas aceleren en algún momento la corrida al dólar al vencimiento de sus plazos fijos multiplicando las tensiones sobre el mercado cambiario en plena campaña electoral.
   Hoy 6 de cada 10 pesos en plazo fijo –sector privado- están a menos de 60 días de plazo. Son en total 875.000 millones de pesos el stock de depósitos que vencen a corto plazo. Además, los plazos fijo mayoristas (mayores a un millón de pesos) ,que son más volátiles que los minoristas, ya superaron los $700.000 millones. Y se incrementaron en 271.000 millones de pesos desde la asunción de Guido Sandleris al frente del BCRA, en octubre pasado, atraídos no por la confianza sino por las altas tasas en pesos en un contexto de dólar planchado. Tanto el plazo de colocación como el volumen del stock son 2 cuestiones que elevan el riesgo ante una eventual corrida contra el peso.
   Al mismo tiempo, al aumentar la tasa de referencia de las Leliqs, los bancos encarecen todas sus líneas de crédito al consumo y a empresas (descubiertos en cuenta corriente, créditos personales , créditos prendarios, tarjetas , etc), lo cual impacta en la economía real. Hace 9 meses que el crédito cae en términos reales (descontando inflación), demorando la salida de la recesión.
   “Como dijo un reconocido economista, el jueguito de la tasa de interés y el dólar termina siempre mal”, advirtió en las últimas horas Roberto Lavagna, citando una advertencia previa de Juan Carlos De Pablo.