De los 189 países que integran el FMI, Argentina está en el top 6 del ranking de inflación. Según el World Economic Outlook, que difundió el organismo desde Washington, Argentina sólo figura detrás de Venezuela (con hiperinflación, se prevé una inflación de 10 millones %), Sudán, Zimbawe, Sudán del Sur e Irán (ver gráfico). Vale decir que de los 189 países del FMI, sólo 17 tienen inflaciones mayores a un dígito (mayor al 10%) y sólo 6 (incluida Argentina) inflaciones superiores al 30%.
El FMI ahora prevé para Argentina una inflación para este año de 30,5% (originalmente hace unos meses, pronosticaba 20%), una meta muy difícil de alcanzar. Si en realidad la inflación se acercara al 40% –como pronostican consultoras privadas— Argentina podría estar, por segundo año, en el top 3 del ranking mundial de inflación: detrás de Venezuela, Sudán y la par de Zimbawe.
El FMI también pronostica una caída del PBI para Argentina este año de 1,2% (fue revizada porque antes proyectaban – 1,7%), después de la baja de 2,5% en 2018. De los 33 países de Latinoamérica y el Caribe que integran el FMI, sólo 4 presentan una caída del PBI consecutiva en 2018 y el proyectado de 2019: Venezuela (-18 y -25%, respectivamente); Nicaragua (- 4% y – 5%); Argentina (- 2,5% y – 1,2%) y Barbados (-0,5% y – 0,1%).
Volviendo a la inflación, como se dijo, el organismo dirigido por Christine Lagarde proyecta 30,5% de inflación en Argentina para 2019. Mientras que la “inflación promedio” sería de 47,3% (en 2018, la inflación promedio fue del 34% y la inflación acumulada a diciembre llegó al 47,6%). Como ya dijimos en Planm.com.ar la inflación promedio este año será superior a la de 2018 (Ver acá: "Según Elypsis, la inflación llegó al 4,1% en marzo y ahora proyectan 38% para el año"), porque el año comienza, justamente con niveles de inflación muy elevados –superiores al 50% anual.
Sin embargo, el pronóstico de una inflación acumulada a diciembre de 30,5% parece casi imposible de cumplir. Si la inflación de marzo diera 4% –como pronostican consultoras privadas, después del 2,9% de enero y el 3,8% de febrero, para alcanzar el pronóstico del FMI la inflación debería caer al 1,9% mensual entre abril y noviembre, y en diciembre cerrar con sólo 1,1%. Algo que suena bastante improbable con la actual inercia inflacionaria, los ajustes tarifarios por venir (que ya le pone un piso de inflación elevado a abril y mayo), además de las subas bruscas del dólar, como en marzo, que se terminan trasladando a precios.