Entre el 15 de abril y el 28 de mayo, pese al cepo de U$S 200, el superávit comercial en la balanza comercial y el período de liquidación de agro-dólares, el BCRA tuvo una posición vendedora en el mercado oficial de cambios. En dicho periodo, el Central acumuló ventas de dólares por 1.759 millones de dólares. En promedio vendió u$S 59 millones por día, un ritmo insostenible en el tiempo.
Por ello, llegó el “super cepo recargado” que ajustó el acceso a los dólares oficiales para importadores. El Central les pidió que usen sus propios dólares en el exterior antes de solicitar dólares a la cotización oficial a la autoridad monetaria. Y también adicionó restricciones para las personas físicas. Estableció un plazo de 90 días (antes era de 30 días) para acceder al “dólar solidario” para quienes habían operado en el “dólar bolsa”. En julio aumentó las restricciones para la transferencias entre cuentas en moneda extranjera (personas físicas) para evitar a la operatoria de “coleros digitales” del cupo de u$S 200 mensuales.
Consecuentemente, entre el 29/05 y el 18/06, el BCRA registró compras netas de dólares por u$S 1.051 millones. Recuperando el 59% de los dólares vendidos entre 15/04 y 28/05.
Sin embargo, desde el 18/06 Central volvió a tener una postura vendedora en el mercado de cambios. Entre el 18/06 y 11/08 la autoridad monetaria vendió 1.175 millones de dólares.
Es decir, un promedio de 32 millones diarios. En lo que va de agosto (hasta 12/08, último dato oficial) se aceleraron las ventas a u$S 72 millones diarios. El BCRA acumula ventas por u$S 555 millones en lo que va de agosto.
Vale señalar que las reservas netas en el BCRA (sin incluir Swap de monedas con China, encajes bancarios, depósitos del Gobierno y préstamos con organismo internacionales) son, según nuestros cálculos, apenas u$S 8.233 millones (al 7/8).
Claramente, este nivel de “drenaje” de reservas no es sostenible en el tiempo. El Gobierno esta preocupado por el deterioro en el balance del BCRA y la falta de reservas netas.
Por ello, en los últimos días se evaluó la posibilidad de restringir el cupo de 200 dólares mensuales de “dólar solidario”. Esto permitiría, en el corto plazo, evitar que sigan cayendo las reservas disponibles del BCRA. Pero con estos niveles de “dolarización” de ahorros, se ampliaría la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los dólares alternativos.
Otra alternativa que podría implementar el Central es incrementar nuevamente la tasa de interés en pesos para depósitos a plazo fijo. Y así hacer mas atractivo el posicionamiento en pesos. La autoridad monetaria ya viene subiendo la tasa de interés mínima para depósitos menores a un millón de pesos. Actualmente, esta en 33% anual y en abril pasado era de sólo 26,6% anual.
También se podría “desdoblar” el tipo de cambio (eliminado el “dólar solidario”). Esto implica que habría un “dólar comercial” ( para importaciones y exportaciones) y otro “dólar financiero” (para el atesoramiento y el ingreso de dólares de empresas).
Sin embargo, el riesgo es que el “dólar comercial” (actual oficial) deje de ser referencia para los agentes económicos y los precios internos se actualicen con el dólar financiero, acelerando la tasa de inflación que ya en julio mostró una suba de 3,3% en los precios mayoristas, anticipan aumentos mayores para los consumidores en los próximos meses.
Todas las alternativas enumeradas lucen “cortoplacistas” y sólo sirven para “ganar algo de tiempo”. En el fondo es necesario que el Gobierno encare la negociación de la deuda con el FMI (por u$s 44.000 millones) y establezca un programa económico integral (fiscal, monetario, tarifario y cambiario) de mediano plazo. Esto le daría más certidumbre a los agentes económicos sobre el rumbo económico y el Gobierno recuperaría algo de la confianza perdida. Sólo así bajarán las expectativas de devaluación y el riesgo cambiario e inflacionario sería menor.