El dólar mayorista subió 22,7% en lo que va de 2020 y cotiza 73,5 pesos por dólar. El punto clave es saber si el dólar oficial está “caro o barato” respecto de otros momentos históricos.
Para ello, debemos recurrir al llamado “dólar real multilateral a valores de hoy”: tomamos la cotización del dólar en distintos puntos del pasado y lo traemos al presente adicionándole la inflación en Argentina y ajustándolo con los precios (tipo de cambio e inflación) durante el período de los principales “socios comerciales”: Brasil, Estados Unidos, China y la Unión Europa.
Veamos en una perspectiva más histórica en qué nivel se encuentra el dólar (mayorista) de hoy de 73,5 pesos:
El dólar de pico de crisis de 2002, tras el estallido de la Convertibilidad, cuando el dólar alcanzó un máximo de 4 meses, en junio de 2002, equivaldría a unos 122,5 pesos a valor actual.
— El actual nivel de dólar oficial real está todavía lejos del dólar “recontra alto“ de la presidencia de Néstor Kirchner, entre 2003 y 2007. Aquel dólar nominal de 3 pesos en promedio, ajustado por inflación a los valores de hoy equivaldría en la actualidad a un dólar de casi 98,3 pesos.
Ese dólar “recontraalto”, estabilizado tras la salida de la convertibilidad con niveles de inflación relativamente bajos, permitió impulsar las exportaciones, acumular fuertes superávit comerciales e incrementar aceleradamente las reservas del Banco Central.
En 2020, pese a tener un superávit comercial récord que hasta medidados de agosto acumula más de U$S 10.000 millones –como consecuencia de la recesión y el derrumbe de las importaciones– el Banco Central no sólo no logró acumular reservas sino que acumula ventas por U$S 1.205 millones (hasta el 14 de agosto pasado, último dato oficial).
En agosto la tendencia es todavía más preocupante. En lo que va del mes (hasta el 14/8), el Central vendió U$S 742 millones, a razón de U$S 74 millones diarios. Un ritmo totalmente insostenible. En especial con reservas netas del Banco Central en sólo U$S U$S 7940 millones (al 15/8, último dato oficial).
El dólar promedio de 2006 era muy competitivo: casi 100 pesos. Un valor similar al “dólar ahorro” o “dólar turista” actual (el tipo de cambio oficial más el impuesto PAIS del 30% ), que actualmente sólo sirve para aquellas personas que pueden comprar U$S 200 mensuales dentro del CEPO. A ese precio es hoy muy demando, ya que más de 4 millones de personas compraron los 200 dólares dentro del cepo y en agosto la cifra sería todavía mayor.
Obviamente, más alla del nivel elevado de ese dólar real, la brecha cambiaria con el dólar blue arriba de los 130 pesos es lo que dispara las compras de ese dólar “barato” en el sistema financiero.
— El dólar de Cristina Fernández al inicio de su primer mandato (diciembre de 2007) era de 98 pesos actuales, un dólar también muy competitivo.
— Pero en diciembre de 2011 cuando impuso el cepo tras ganar su reelección, el dólar ya se había atrasado fuertemente: a valores de hoy equivaldría a un dólar de 68,1 pesos. No casualmente un dólar atrasado, similar al dólar oficial mayorista de hoy de 73 pesos.
— Pero en diciembre de 2015, cuando Cristina dejó el poder, el atraso era mucho mayor: el dólar oficial de entonces (9,80 pesos) equivaldría a un dólar real a valores de hoy de 46,40 pesos.
— Tras la devaluación al inicio de su mandato (que llevó el dólar a unos 63 pesos a valores de hoy), Mauricio Macri volvió a exagerar el atraso cambiario y en diciembre de 2017 (tras la elección legislativa de medio término) el dólar real a valores de hoy cotizaba en 53,6 pesos.
— A los precios de hoy, el dólar (oficial) del 9 de agosto de 2019 -previo a la PASO- equivaldría a un tipo de cambio mayorista actual de 78,8 pesos. Es decir un dólar levemente superior a la actual cotización del dólar oficial mayorista.
— Mientras que el dólar de la semana posdevaluación de las PASO equivaldría a un dólar actual algo superior a los 92 pesos.
En las últimas semanas, el tipo de cambio oficial que rige al comercio exterior (exportaciones e importaciones, hoy en $73,5) empezó a perder competitividad indirectamente por la tendencia, nuevamente, a la depreciación de monedas de países que son “socios comerciales”, especialmente de Brasil.
El dólar en Brasil pasó de 4,97 reales por dólar a principio de junio a cotizar en los últimos días nuevamente arriba de 5,55 reales por dólar. En el pico de la pandemia, entre abril y mayo, había llegado a un máximo de de 6 reales por dólar y vale recordar que la cotización del dólar en Brasil comenzó el año en 4 reales. Esta depreciación del real brasileño “erosiona” la competitividad (precio) del peso argentino. Encarece nuestras exportaciones a Brasil y abarata las importaciones de productos brasileros.
Además, complica la tarea del BCRA para poder estabilizar la cuestión cambiaria. Ya que eleva las presiones de devaluación, con el agravante que Argentina tiene un “pasaje a precios” (pass–through) de cualquier devaluación muy elevado.
El dato a tener en cuenta es que en junio del 2002, en el pico de la crisis cambiaria del estallido de la convertibilidad, el dólar a valores de hoy llegó a 122,5 pesos. Es decir que si el Gobierno logra estabilizar las expectativas con un programa económico (monetario y fiscal) de mediano plazo, los actuales valores de los dólar blue (135 pesos ) deberían ser un “techo” en términos reales para la cotización.
Pero con un clima de “desconfianza” y sin un programa de cómo será la economía post-pandemia y faltando arreglar la deuda con el FMI (por U$S 44.000 millones), la expectativas de devaluación no ceden, aun a los niveles elevados de dólar real de las cotizaciones alternativas al oficial (blue, dólar bolsa y contado con liquidación) .
Por eso, el dólar actual de 73,5 pesos parece “demasiado barato” y el dólar ahorro a 100 pesos (elevado en términos reales en la comparación histórica) continúa con una demanda enorme y restringido con el súper cepo de los 200 dólares
Sin plan económico que marque un sendero que tienda a reducir los enormes desequilibrios macroeconómicos (déficit fiscal primario de 7 puntos del PBI financiado con emisión monetaria) y ancle las expectativas de devaluación, cualquier valor del dólar seguirá luciendo barato para los argentinos.