Según el Estimador Mensual de la Actividad (EMAE) del INDEC, la actividad económica subió un 1,1% en agosto, respecto al mes de julio. Desaceleró la recuperación económica respecto a los meses previos (julio 1,7% y junio 7,6%). En los primeros 8 meses del año acumula una contracción de 11,6%, en relación a igual período del año pasado.
El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de agosto reflejó una baja interanual de 11,6%, respecto del mismo mes de 2019. El rebote económico pierde velocidad y es muy lento a partir de julio. Pese a la reapertura económica de algunas provincias y el AMBA la demanda no está acompañando el proceso. Los ingresos de los trabajadores se vieron deteriorados por el aumento del desempleo, el “congelamiento” y recorte nominal de salarios del sector privado y el efecto de la inflación sobre el “bolsillo” de los trabajadores.
El indicador desestacionalizado del EMAE mostró un incremento de sólo 1,1% en agosto de 2020, respecto al mes anterior. En julio esa variación mensual había sido de 1,7% (respecto a mayo) y en junio de 7,6% respecto del “piso” del mes de abril.
De los 15 sectores relevados por el Indec, sólo uno tuvo variaciones positivas en la comparación entre agosto de 2020 y el mismo mes del año pasado. “Intermediación Financiera” que subió 2,9%, respecto a mismo mes de 2020.
Las mayores caídas del mes de agosto se dieron en “Hoteles y restaurantes” (-56%); “Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales” (-53,7%), “Construcción” (-32,1%) y “Transporte y Comunicaciones” (-21,6%), todos en términos interanuales.
En los meses pasados se observaba una recuperación respecto del fondo del pozo de la cuarentena, tocado en abril, que parecía ser en forma de “V”. Sin embargo, con el dato de agosto parece ser mas parecido a una raíz cuadrada invertida (ver gráfico).
Para tener una magnitud del deterioro económico, el nivel de actividad económica de agosto pasado es similar al de agosto de 2009. Es decir, la economía se “achico” tanto que sufrió un retroceso de 11 años en poco más de 5 meses de pandemia y cuarentena.
Como se ve en el gráfico que encabeza este informe, que compara la recesión actual con la recesiones de 2002 y 2009, todavía queda un largo camino por recorrer para, en el escenario más optimista, alcanzar los niveles de actividad prepandemia y luego recuperar el nivel previo a la recesión iniciada en abril de 2018. Si la economía continua recuperándose al ritmo de los últimos dos meses (1,4%), recién en abril 2021 se alcanzaría el nivel pre-pandemia (febrero de 2020). Mientras que en septiembre 2021 se alcanzaría el nivel de actividad previo a la recesión que se inició en abril de 2018.
Si el ritmo de recuperación fuera más lento (en línea con lo que ocurrió en agosto), entonces las fechas serían recién julio 2021 y febrero 2022, respectivamente.
Todo ello suponiendo que Argentina evitara en los próximos meses un nuevo salto devaluatorio del tipo de cambio oficial que impulsaría fuertemente la inflación, provocaría un nuevo derrumbe del consumo y postergaría todavía más la recuperación.
Según las proyecciones del Relevamiento de Expectativas de Mercado de agosto, elaborado por el BCRA sobre las respuestas de consultoras y bancos privados, en 2020 Argentina sufrirá una contracción del 11,8% del Producto Bruto Interno (PBI). Las estimaciones superan a los registros de la peor caída económica en la historia del año 2002, cuando el derrumbe fue del 10,9% PBI.