El cálculo actualizado del “dólar real” y por qué oficializan la apuesta al “plan aguantar”

El dólar oficial mayorista subió 40% en 2020 y hoy se ubica alrededor de los 85 pesos. El “dólar ahorro” con el recargo del Impuesto País (30%) y el anticipo a cuenta del impuesto a las Ganancias (35%) cotiza a 149 pesos. Sin embargo, este último, sigue pareciendo “barato” contra un dólar “blue” que ronda nuevamente los 160 pesos. ¿Estos valores del dólar son “caros o baratos”? Vale la compración con otros momentos históricos para poner en perspectivas estas cotizaciones.

Para ello, debemos recurrir al llamado “dólar real multilateral a valores de hoy”: tomamos la cotización del dólar en distintos puntos del pasado y lo traemos al presente adicionándole la inflación en Argentina y ajustándolo con los precios (tipo de cambio e inflación) durante el período de los principales “socios comerciales”: Brasil, Estados Unidos, China y la Unión Europa.

Veamos en una perspectiva más histórica en qué nivel se encuentra el dólar (mayorista) de hoy de 85 pesos:

El dólar de pico de crisis de 2002, tras el estallido de la Convertibilidad, cuando el dólar alcanzó un máximo de 4 pesos, en junio de 2002, equivaldría a unos 135 pesos a valor actual.

Es decir, un 60,5% por encima de la cotización del dólar oficial y casi 10% abajo de los $149 que se paga por cada dólar del cupo de los 200 dólares mensuales dentro del cepo (incluido los consumos con tarjeta en el exterior) .

El actual nivel de dólar oficial real está todavía lejos del dólar “recontra alto“ de la presidencia de Néstor Kirchner, entre 2003 y 2007. Aquel dólar nominal de 3 pesos en promedio, ajustado por inflación a los valores de hoy equivaldría en la actualidad a un dólar de 108 pesos.

Ese dólar “recontraalto”, estabilizado tras la salida de la convertibilidad con niveles de inflación relativamente bajos, permitió impulsar las exportaciones, acumular fuertes superávit comerciales e incrementar aceleradamente las reservas del Banco Central.

En 2020, pese a tener un superávit comercial de U$S 12.500 millones en los primeros 11 meses del año –como consecuencia de la recesión y el derrumbe de las importaciones– el Banco Central no sólo no logró acumular reservas sino vendió unos U$S 4.500 millones.

Según nuestro cálculo, las reservas netas en el BCRA (sin incluir Swap de monedas con China, encajes bancarios, depósitos del Gobierno y préstamos con organismo internacionales) suman apenas unos U$S 3.000 millones. Mientras que hace un año totalizaban u$S 11.500 millones.

Es decir, la dinámica de 2020 es muy diferente a la del periodo post- crisis 2002 . Hay un superávit comercial muy grande. Sin embargo, las elevadas expectativas de devaluación, que se reflejan en la “brecha cambiaria” de 97%, hacen que el BCRA no pueda comprar el superávit comercial, ni robustecer las reservas internacionales.

El dólar de Cristina Fernández al inicio de su primer mandato (diciembre de 2007)  era de 107,7 pesos actuales, un dólar también muy competitivo. Pero en diciembre de 2011 cuando impuso el cepo tras ganar su reelección, el dólar ya se había atrasado fuertemente: a valores de hoy equivaldría a un dólar de 74,8 pesos.

— Sin embargo, hubo momentos de dólar “hiper-atrasado”. En diciembre de 2015, cuando Cristina dejó el poder, el atraso era mucho mayor: el dólar oficial de entonces (9,80 pesos) equivaldría a un dólar real a valores de hoy de 51,1 pesos.

— Tras la devaluación al inicio de su mandato (que llevó el dólar a unos 69,4 pesos a valores de hoy), Mauricio Macri volvió a exagerar el atraso cambiario y en diciembre de 2017 (tras la elección legislativa de medio término) el dólar real a valores de hoy cotizaba en 59 pesos y no había cepo cambiario. Es decir, 29% por debajo de la cotización del dólar oficial actual.

—  A los precios de hoy, el dólar (oficial) del 9 de agosto de 2019 -previo a la PASO – equivaldría a un tipo de cambio mayorista actual de 76,3 pesos. Mientras que el dólar de la semana posdevaluación de las PASO equivaldría a un dólar actual algo superior a los 100,6 pesos.

El actual valor del “dólar ahorro” o “dólar turista” de $149 (el tipo de cambio oficial más el impuesto PAIS del 30% y el recargo a cuenta de impuesto a las Ganancias ), que en la práctica sólo sirve para aquellas personas que pueden comprar U$S 200 mensuales dentro del CEPO y los consumos con tarjeta en el exterior, está como se dijo por encima del “dólar real” tras el estallido de la Convertibilidad .

En las últimas semanas, el tipo de cambio oficial que rige al comercio exterior (exportaciones e importaciones, hoy en $85)  empezó a hacerse más competitivo indirectamente por la tendencia, a la apreciación de monedas de países que son “socios comerciales”, especialmente de Brasil.

El dólar en Brasil pasó de 5,78 reales por dólar a fin de octubre a cotizar en los últimos días por debajo de 5,38 reales por dólar. En el pico de la pandemia, entre abril y mayo, había llegado a un máximo de de 6 reales por dólar. Esta apreciación del real  brasileño  indirectamente beneficia a la competitividad (precio) del peso argentino. Encarece las importaciones de Brasil y abarata las exportaciones argentinas a nuestro mayor socio comercial.

De nuevo, el dato a tener en cuenta es que en junio del 2002, en el pico de la crisis cambiaria del estallido de la convertibilidad, el dólar a valores de hoy llegó a 134,7 pesos.  Es decir que si el Gobierno logra estabilizar las expectativas con un programa económico (monetario y fiscal) de mediano plazo, ese nivel de dólar deberían ser un “techo” en términos reales para la cotización de los “dólares alternativos”.

Pero con un clima de “desconfianza” y sin un programa de cómo será la economía post-pandemia y faltando arreglar la deuda con el FMI (por U$S 44.000 millones), la expectativas de devaluación no ceden, aun a los niveles elevados de dólar real de las cotizaciones alternativas al oficial (blue, dólar bolsa y contado con liquidación).

Plan aguantar

Por eso, el Banco Central sigue enfrentando dos alternativas. Acelerar la devaluación del tipo de cambio oficial (algo que viene ensayando en las últimas semanas, a la par de los 600 millones de dólares que pudo comprar en diciembre debido a la mayor demanda estacional de pesos) y/o endurecer cada vez más el cepo cambiario para el pago de importaciones. Justamente, esto último también ya está en marcha.

Desde este 7 de enero, bienes “finales y suntuarios” (desde autos y motos de alta gama, jets privados, embarcaciones para uso recreativos, hasta diamantes, caviar, whisky y otras bebidas alcohólicas) tendrán fuertes restricciones para acceder al dólar oficial de 85 pesos.

Según el comunicado del BCRA, “Los importadores recién podrán acceder al mercado oficial a partir de los 90 días desde el despacho a plaza para los productos finales y a partir de 365 días para los bienes identificados como suntuarios”. La medida será de aplicación para todos los bienes que hayan sido embarcados en origen a partir del 7 de enero de 2021.

Dicho de otro modo, esos importadores deberan traer los productos del exterior con financiamiento en dólares del vendedor o pagando con dólares propios, recién una vez que despachen a plaza los productos podrán en un plazo de 90 días o incluso trascurrido un año acceder, en teoría, a los dólares al valor oficial.

Obivamente, el impacto inmediato de esta medida es que esos productos se comercialicen en el mercado local en cantidades restringidas y a valor de los dólares alternativos, algo que en realidad ya estaba ocurriendo a partir de que el Banco Central empezó a retacear los dólares para el pago de importaciones desde mediados de septiembre y se dispararon con el cepo reforzado para las 200 dólares la expectativas de devaluación.

Por ahora, en teoría según el BCRA, esta última medida abarca un universo restringido de importaciones. Pero los montos no son nada despreciables: unos U$S 300 millones mensuales de importaciones finales y otros U$S 25 millones mensuales de bienes suntuarios. En total más de U$S 4.000 millones anuales, casi el 10% del total de importaciones.

Llo cierto es que se oficializa la estrategia del “plan aguantar”: evitar una devaluación brusca del tipo de cambio oficial y racionar los dólares de las reservas hasta marzo/abril, con la esperanza que para ese entonces esté cerrado un acuerdo con el FMI que le de un marco a la liquidación de dólares de la soja (con precios récord) para recomponer reservas y estabilizar el mercado cambiario.

Por eso, el dólar actual de 83,9 pesos parece “demasiado barato” contra un “dólar ahorro” a 146,5 pesos (elevado en términos reales en la comparación histórica)  y un “dólar blue” de  166 pesos que volvió a dispararse en las últimas semanas de diciembre.

Sin plan económico que marque un sendero que tienda a reducir los enormes desequilibrios macroeconómicos (déficit fiscal primario de más de 7 puntos del PBI financiado con emisión monetaria) que ancle las expectativas de devaluación. Y sin llegar a un acuerdo con el FMI, cualquier valor del dólar seguirá luciendo barato para los argentinos.