El ministro Guzmán sabe que no puede dejar que se “escape “el dólar en meses previos a la elección legislativa. Sin embargo, la tarea de contener a los “dólares alternativos” y al “dólar libre” se complica más con una política fiscal más expansiva (en el segundo semestre) y un BCRA que se ve obligado a emitir para cubrir el “agujero” fiscal. Y que en la última licitación de deuda –en pesos – también tuvo que emitir pesos para pagar los vencimientos que no pudo refinanciar el Tesoro Nacional.
El Gobierno hará todo lo posible para “domar” al dólar en los próximos meses. Una nueva disparada de los “dólares alternativos” y de la “brecha cambiaria” configuraría el peor escenario de cara a las elecciones legislativas. Ya que aceleraría la inflación -que ya va a un ritmo mayor al 50% anual- y dejaría sin posibilidad de recuperación del salario real en 2021, frenando la recuperación de la económica y profundizando aún más la crisis económica y social.
Para ello, el BCRA está interviniendo muy activamente en el mercado de los “dólares alternativos”. En julio pasado, vendió más de u$s 415 millones para contener a la “brecha cambiaria”. Es el mayor registro desde que comenzó a intervenir en octubre del 2020.
Vale señalar, que en el mes de mayo solo había destinado u$s 85 millones para controlar la “brecha cambiaria”. Es decir, el monto de la intervención del Central se multiplico casi 5 en solo 2 meses. Sin embargo, las cotizaciones siguieron con una tendencia en alza. El “contado con liquidación” pasó de $160 en mayo a $170 por dólar en julio.
En el arranque de agosto, el BCRA ya vendió cerca de 30 millones de dólares diarios (datos hasta el 3/8) para “anclar” a las cotizaciones del “contado con liquidación” y del “dólar bolsa o mep”.
Pese a la fuerte intervención del BCRA y que tiene “poder de fuego” para ir administrando la suba de los “dólares alternativos”. Hay otro lado del problema de la “brecha cambiaria”; la cantidad de pesos en circulación. Sabemos que los pesos “excedentes” son “combustible” para una suba la cotización de los “dólares alternativos”.
En este aspecto, en los últimos meses el BCRA “aflojo” el torniquete monetario y est áinyectando cada vez más pesos en la economía.
Por un lado, la asistencia al Tesoro Nacional para cubrir el déficit fiscal viene subiendo mes a mes.
El mayor déficit fiscal por los gastos adicionales tras la “segunda ola” y sumado a la política pre-electoral (más subsidios, más obra pública y compensaciones de ingresos a trabajadores, titulares de programas sociales y jubilados) , obligó a incrementar la asistencia del Central al Tesoro Nacional.
En mayo de 2021, el Central emitió $50.000 millones para asistir al Tesoro.Ya en junio fueron $ 90.000 millones de pesos. En julio la monetización del déficit fiscal llegó a $ 180.000 millones. En lo que va de 2021 (hasta el 3/8) ya totaliza 550.000 millones.
El problema es que además de emitir para asistir al Tesoro Nacional y cubrir el “déficit fiscal operativo”, el BCRA en la última licitación de deuda en pesos del Gobierno, tuvo que emitir pesos para cubrir el pago de los vencimientos que no pudo refinanciar el Tesoro Nacional.
Como se observa en el gráfico, en la primer licitación de agosto el Tesoro Nacional sólo pudo hacer un “roll-over” del 65% de los vencimientos. El total de vencimientos alcanzaba los $220.000 millones y solo logró colocar $146.000 millones. Por eso, el BCRA giró en la primer semana de agosto $40.000 millones en concepto de “Transferencia de Utilidades” para cubrir esta obligación del Fisco Nacional.
Entre mayo y lo que va de agosto (último dato al 3/8), la base monetaria (billetes y monedas en poder del público y en los bancos) aumentó en $646.000 millones, una suba del 27,3%. En ese mismo período el circulante monetario creció en $332.800 millones, un aumento del 18,5%.
El BCRA está siendo más expansivo en un momento que las expectativas están lejos de estar “ancladas”. Más pesos en circulación puede ser más nafta a la “brecha cambiaria”.
Hay otro factor que puede alimentar la “brecha cambiaria” y también a la inflación: la caída en la demanda de pesos. Recordemos que en 2020 cuando el Gobierno impuso la “cuarentena dura”, de cierta manera “forzó” a que la gente tuviera más pesos en sus manos de los que deseaba, elevó “artificialmente la demanda de pesos. Eso retrasó el efecto de la emisión monetaria sobre la inflación. Con la reapertura de la economía (en noviembre de ese año), se dispararon la brecha cambiaria y los precios.
Actualmente, se puede dar un fenómeno similar. El Gobierno está liberando prácticamente todas las restricciones a la movilidad apurado por la urgencia electoral. Pero este fenómeno se está dando con más pesos en circulación y una inflación que ya “viaja” al 50% interanual.
Es muy probable que el proceso de “desinflación” gradual que se observa desde marzo pasado, se vea interrumpido o cada vez le cueste más a la inflación mensual ubicarse por debajo del mes previo. Algo similar ocurriría con la “brecha cambiaria, “muchos de los pesos podría ir a buscar cobertura y presionar al alza a la cotización de los dólares alternativos.
En resumen, el BCRA intenta resolver la problemática cambiaria con más cepos y más intervención (más dólares) para controlar a los “dólares alternativos”. Pero descuida el “lado pesos”. Es probable que en el cortísimo plazo el ministro Guzmán logre “domar” por un tiempo la brecha cambiaria. Pero a costa de una mayor sangría de reservas y bonos en cartera del BCRA, que serán vitales para el país después del 14 de noviembre. Entonces, no habría mucho margen para estabilizar, a menos que se cierre rápido el acuerdo con el FMI.