La disparada del gasto público en el primer semestre de 2022, incrementó el deterioro de las cuentas fiscales. La dinámica del déficit fiscal primario llevaba una inercia que apuntaba a terminar en 3,3% del PBI en 2022, 0,8 puntos porcentuales por encima de la meta con el FMI de un déficit operativo (antes del pago de intereses) de 2,5% del PBI.
La segmentación de tarifas de servicios públicos, según estimaciones del propio Gobierno, implicará un ahorro fiscal de solo 49.500 millones para 2022 (0,06% del PBI). Recién implicarían un ahorro relevante –de $ 500.000 millones- para el año 2023 .
Es un ajuste fiscal muy marginal para cerrar la “brecha fiscal” y cumplir con la meta de 2,5% del PBI de déficit fiscal primario.
Esta semana, Sergio Massa implementó recortes nominales por $210.000 millones –fijados en la Decisión administrativa 826/22-, equivalentes al 0,3% del PBI.
-Ministerio de Desarrollo Productivo: $70.000 millones
-Ministerio de Transporte: $10.000 millones
-Ministerio de Obras Públicas : $20.000 millones
-Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat: $50.000 millones
-Ministerio de Salud: $10.000 millones
También en la normativa se establecieron subas de gastos por $82.000 millones para ampliar la asistencia a la Tesorería. En resumen, el ahorro fiscal de la medida será de 128.000 millones de pesos (0,16% del PBI).
Al cálculo de nuevos gasto y recortes Debemos incluir el adelanto del impuesto a las ganancias de empresas 0,31% del PBI ($250.000 millones) y el bono a jubilados que tiene un costo fiscal de 120.000 millones (0,15% del PBI). El resto del “esfuerzo” para cerrar la brecha fiscal será via licuación inflacionaria: por incremento de los ingresos tributarios producto de una mayor inflación, con gastos salariales, previsionales y sociales corriendo detrás de la inflación y la recaudación.
Las proyecciones del resultado fiscal (ingresos menos gastos) se armaron con un escenario macroeconómico con una tasa de inflación de 62% anual (como tope). En la actualidad todas las estimaciones superan el 90% anual. Con que la recaudación se sostenga con un alza del 83% anual y los gastos abajo del 70%, como ocurrió en julio, podría cerrarse la brecha fiscal en línea con el acuerdo con el FMI.