En el arranque de 2021, la fuerte aceleración de la inflación en marzo y la urgencia electoral, llevaron a Guzmán y su equipo económico a comenzar a utilizar nuevamente el dólar oficial como “ancla” nominal. El año pasado, el dólar oficial subió apenas un 23,3% en todo el año y la inflación, lejos de ceder, terminó en 50,9% anual .Así, en términos de atraso cambiario, el año 2021 fue uno de los años de mayor atraso en el tipo de cambio.
En 2022, el esquema de “crawling-peg” del BCRA se aceleró en el marco del acuerdo con el FMI. Sin embargo, el “fogonazo” inflacionario a partir de marzo de 2022 fue tan fuerte y luego potenciado tras la salida de Guzmán y la disparada de la “brecha cambiaria” que siguió “quedando corto” contra la inflación.
En los primeros 10 meses del año, el dólar oficial aumento un 49,7% tomando el promedio mensual de octubre de 2022 (contra diciembre de 2021) y la inflación acumulada estaría rondó 77% (estimando un 6,5% de inflación para octubre pasado). Es decir, el atraso cambiario se siguió profundizando pese a la aceleración en la tasa de depreciación del peso.
Una forma de medir la magnitud del atraso, o si el dólar esta caro o barato y si está en un nivel competitivo o no, es utilizando el llamado “dólar real”.
Para ello, tomamos la cotización del dólar en distintos puntos del pasado y lo traemos al presente adicionándole la inflación en Argentina y ajustándolo con los precios (tipo de cambio e inflación) durante el período de los principales “socios comerciales” (Estados Unidos, Europa, Brasil y China).
Como se observa en el gráfico, el “dólar real” experimentó la segunda mayor apreciación desde al menos 1997. Y el mayor atraso cambiario desde el año 2008. Cayo 17,7% en términos reales en 2021 (detrás de la caída de 2008 que fue 18,8%). Así, el “dólar real” tuvo la mayor apreciación en años electorales desde 1997.
En lo que va de 2022 , el “dólar real” se apreció otro 13,6%, en los primeros 10 meses del año. Así, el nivel de atraso cambiario ya apunta a cotizaciones de “dólares hiper-atrasados” y esto dispara las expectativas de devaluación en un contexto de elevada incertidumbre macroeconómica, a la que se suma en 2023 la incertidumbre política del año electoral.
Veamos en una perspectiva más histórica en qué nivel se encuentra el dólar (mayorista) de hoy de 160 pesos:
— El dólar de pico de crisis de 2002, tras el estallido de la Convertibilidad, cuando el dólar alcanzó un máximo de 4 pesos, en junio de 2002, equivaldría a unos $352,4 pesos a valor actual.
— El dólar “recontra alto“ de la presidencia de Néstor Kirchner, entre 2003 y 2007. Aquel dólar nominal de 3 pesos en promedio, ajustado por inflación a los valores de hoy, equivaldría en la actualidad a un dólar de $282,7 pesos.
— El dólar de Cristina Fernández al inicio de su primer mandato (diciembre de 2007) era de $281,9 pesos actuales, un dólar también muy competitivo. Pero en diciembre de 2011 cuando impuso el cepo tras ganar su reelección, el dólar ya se había atrasado fuertemente: a valores de hoy equivaldría a un dólar de $195,7 pesos.
— Sin embargo, hubo momentos de dólar “híper-atrasado”. En diciembre de 2015, cuando Cristina dejó el poder, el atraso era mucho mayor: el dólar oficial de entonces (9,80 pesos) equivaldría a un dólar real a valores de hoy de 133,7 pesos.
Vale señalar, que el “dólar oficial” actual está a solo un 14,8% de ese dólar atrasadísimo que llevaba al BCRA a perder sistemáticamente reservas internacionales.
— Tras la devaluación al inicio de su mandato (que llevó el dólar en febrero de 2016 a 181,7 pesos a valores de hoy, un dólar no muy diferente del actual), Mauricio Macri volvió a exagerar el atraso cambiario y en diciembre de 2017 (tras la elección legislativa de medio término) el dólar real a valores de hoy cotizaba en 154,5 pesos, sin cepo cambiario.
Es decir, ese dólar de fin del 2017 está muy cerca del nivel actual y eso es una señalar evidente en términos de atraso cambiario.
Adicionalmente, el atraso del dólar (versus la inflación) se observa también en la cotización de los “dólares alternativos”.
Tras la apertura de la economía en la post-pandemia hubo una disparada de los “dólares alternativos” y el “dólar libre” llegó a $195 en octubre de 2020. Esa cotización del dólar si la traemos a precios de hoy equivale a un dólar de $560 pesos.
Asimismo, el “dólar libre” que saltó a $350 pesos tras la salida de Guzmán si le aplicamos la inflación acumulada entre julio a octubre, nos da una cotización de $425 pesos.
Es tan grande el “fogonazo inflacionario” que una estabilización por algunos meses de la cotización de los “dólares alternativos” lleva a abaratar muy rápido el valor del dólar billete. Actualmente, el “dólar libre” cotiza en $292 pesos. Y claramente, frente a los dólares de “crisis” de octubre de 2022 ($561) y julio pasado ($425), luce muy barato.
En pocas palabras, el dólar oficial tuvo en los últimos 2 años un atraso respecto de la inflación de los más pronunciados en términos históricos. El nivel del “dólar real” está en puntos cercanos a dólares super-atrasados (“pisos mínimos”) que fueron seguidos ,en un plazo corto, de una corrección cambiaria muy fuerte.
En el caso del dólar de diciembre de 2017 (Macri), a los 4 meses comenzó la “corrida cambiaria” de abril de 2018 ( el dólar oficial pasó de $20 a fin de abril a $25 en mayo) y en el caso del dólar de noviembre de 2015 (CFK), con el cambio de Gobierno, sobrevino de manera inmediata la salida del cepo y la devaluación: aunque en ese momento el salto del dólar de $9,8 a $13,8 fue atenuado por la expectativa de un fuerte ingreso de capitales financieros.