La dinámica inflacionaria se disparó en diciembre producto del salto cambiario (dólar oficial a $800), liberación de precios regulados -especialmente del sector combustibles- y eliminación de programas de acuerdo de precios (como “precios justos”). Así, el IPC-Nacional aceleró al 25,5% mensual, es el segundo registro más alto desde la hiperinflación de 1990. El incremento de precios acumulado en 2023 fue del 211,4% internual, más que el doble del valor registrado el año anterior (94,8% interanual). Las consultoras y bancos estiman que los próximos 3 meses continuará el “fogonazo” inflacionario (con inflación mensual de 2 dígitos). Al sinceramiento del dólar oficial se le sumará el ajuste de tarifas de servicios públicos y las dudas sobre si es consistente el “crawling peg” de 2% mensual. La inflación acumulada del primer trimestre puede alcanzar el 70%/ 80%.
Según el INDEC, la inflación en diciembre se disparó al 25,5% mensual en comparación con noviembre de 2023. Casi duplicando el registro de noviembre (+12,8% mensual) . A pesar de este aumento, el número del IPC-Nacional se ubicó por debajo del 27% mensual que proyectaban en el REM del BCRA (relevamiento de expectativas de mercado del BCRA). Así, el acumulado de los últimos 12 meses marcó un rócord y terminó en 211,4% interanual.
En diciembre, se reflejó el impacto de la devaluación del 13/12, cuando el dólar oficial subió 118% hasta los $800, se liberaron los precios de los combustibles (que subieron pre y post devaluación), y los artículos de la canasta de alimentos tuvieron el efecto de la caída de los programas de “precios justos” y de los fideicomisos de aceite y trigo, entre otros.
La devaluación se tradujo en una discrepancia entre el aumento de los bienes (transables), que aumentaron un 29,5%, y los servicios, que subieron un 14,1% en diciembre respecto al mes anterior. El acumulado en los últimos 12 meses del IPC general fue del 211,4% interanual, con bienes experimentando un aumento acumulado del 228,7% en 2023 y servicios registrando un alza del 165,5% en el mismo período.
La inflación núcleo (que no incluye a precios regulados ni estacionales) en diciembre fue de 28,3% mensual. Esto es 2,8 puntos porcentuales por encima del índice general (25,5%). En el acumulado del año la inflación núcleo fue de 229,4%
Los rubros que más subieron en diciembre fueron: “Bienes y servicios varios” (32,7%), producto de las subas en artículos de cuidado personal. Seguidos del rubro “Salud” (32,6%), impulsada por los incrementos en medicamentos y medicina prepaga; y Transporte (31,7%), por la disparada en el precio de los combustibles.
Asimismo, los rubros “Educación” (6,2%) y “Vivienda, agua, electricidad , gas y otros combustibles” (13,8%) reflejaron las menores variaciones respecto de noviembre.
En diciembre, la “inflación de alimentos” fue de 29,7% (4,2 puntos por encima de la inflación general), respecto de noviembre. La aceleración en la inflación de alimentos se explica por la disparada en el precio de la carne (que pondera entre 7% y 13% dependiendo la región geográfica en el IPC-general) que pasó de $1100 a fin de noviembre a valer más de 2000 pesos el kilo vivo en Cañuelas (ex Liniers) a mediados del mes. El rubro carnes y derivados (GBA) tuvo un alza de +36,9% mensual en diciembre (respecto de noviembre). Otro de los rubros que subió fuertemente fueron los derivados del trigo: Pan de mesa +38,4%, Harina común +52,3% y galletitas de agua +41,2%, entre otros.
En el acumulado de los últimos 12 meses la “inflación de alimentos” fue de 251,3%. Mientras que la inflación general “corrió” 40 puntos por detrás, terminando 2023 acumulando 211,4% de inflación.
El índice de precios regulados registró ajustes por debajo del índice general. Probablemente a partir de febrero y marzo de 2024 con los ajustes de tarifas de servicios públicos los precios regulados acelerarán fuertemente respecto de los precios estacionales y la inflación núcleo.
En el acumulado de 2023 los precios regulados subieron 164,9% interanual (46,5 puntos porcentuales menos que la inflación general). Y por su parte, los precios estacionales registraron incrementos de 179%.
Las proyecciones de inflación para enero de 2024 se ubican en el 25% mensual -según el relevamiento de expectativas de mercado del BCRA. En el mes de noviembre las consultoras y principales bancos esperaban una inflación de 19% mensual. Es decir, las proyecciones vienen ajustando al alza.
Para los meses de febrero y marzo se esperan 18,2% y 15% mensual, respectivamente. En pocas palabras el fogonazo inflacionario es muy potente. De cumplirse este pronóstico se acumularía 113% de inflación solo en 4 meses (dic/23 a marzo/24) y casi 70% en el primer trimestre de 2024.
El ex ministro de Economía Domingo Cavallo pronosticó una inflación del 25% en diciembre y espera un 26% para enero y 21% para febrero de 2024 (ver gráfico).
Los relevamientos de consultoras privadas marcaron una desaceleración de los números de inflación semanal en el arranque del mes. La consultora Eco Go (Marina Dal Pogetto) estimó un incremento de 3,1% en la primer semana de enero para el rubro “alimentos y bebidas” y un 4,8% de incremento en la segunda semana del mes. Sus pronósticos para la inflación de enero es de 19,8% mensual ( y tomando la metodología del INDEC 22,5% mensual) .
El anclaje de las expectativas del esquema de Caputo es el ajuste fiscal y la recesión que terminaría disciplinando a los precios por el juego de oferta y demanda. Es decir, se están utilizando “anclas reales” y no nominales. Esto implica un mayor plazo para consolidar el proceso de desinflación y un mayor riesgo de no lograrlo. Aún no hay un plan de estabilización que apunte a derrumbar la tasa de inflación. Es probable que con la “cosecha gruesa” el equipo económico intente avanzar en ese plano. Los más parecido a un ancla nominal es el “crawling peg” de 2% mensual pero luce inconsistente con una inflación que se ubicara en 2 dígitos mensuales por al menos los próximos 3 meses.