Después de superar la mayor parte del “fogonazo” inflacionario del inicio del gobierno de Milei, la discusión se centra en la forma que tomará la recuperación económica. El equipo económico sostiene que la recuperación será en forma de “V”. Sin embargo, es prematuro afirmar que el rebote económico adoptará esta forma. A priori, uno de los principales “drivers” del crecimiento de 2024 era la eliminación del cepo cambiario. El propio Milei ha afirmado que el dinamismo económico podría ser mayor sin el control de cambios. Sin embargo, Caputo descartó la posibilidad de levantar el control cambiario hasta que el balance del Banco Central esté saneado. Analizamos los últimos números de la actividad económica y que forma podría tomar el rebote económico. ¿Cuánto tiempo tarda en recuperase la economía después de una recesión?
Según una encuesta de opinión pública de la Universidad de San Andrés, la inflación ya no es la principal preocupación de los ciudadanos. Ha sido desplazada por los bajos salarios y la pobreza, mientras que la inflación ha quedado en tercer lugar. Tras el fuerte aumento inflacionario y la posterior disminución de la tasa de inflación mes a mes, la principal preocupación de los argentinos se ha centrado en la economía real. Así, uno de los debates económicos más importantes ahora se enfoca en la forma que tomará la recuperación de la actividad.
Existen varios patrones que puede seguir la economía tras una crisis. El equipo económico suele pretende que el rebote en forma de “V”, que implica una caída abrupta seguida de un repunte inmediato. Otro escenario posible es el patrón en forma de “U” o “pipa de Nike”, caracterizado por una mejoría más gradual y prolongada. También está el patrón en forma de “W”, que presenta una serie de subas y bajas similares a un “serrucho”(con mayor volatilidad). El escenario más temido por el Gobierno es el patrón en forma de “L”, donde la economía cae y no muestra signos de mejora.
Según el Estimador Mensual de la Actividad (EMAE) del INDEC, la actividad económica cayó 1,4% en marzo pasado, respecto de febrero (en la serie desestacionalizada). De esta manera, acumuló el séptimo mes consecutivo con caídas mensuales. La caída de la actividad fue de 8,4% interanual, respecto a marzo de 2023 y si se excluye el sector agropecuario la caída es de 10% interanual. Así, el mes de marzo ha sido mucho peor a los esperado por el mercado y las principales consultoras.
Sin embargo, los indicadores adelantados de actividad de abril muestran señales mixtas, algunos sectores mejoran contra marzo. Es muy probable que la economía este “haciendo piso” y luego se verá la forma de la recuperación.
La recaudación impositiva de abril recortó la caída de -14,8% a -12,8% interanual -en términos reales -respecto marzo. En la construcción, se registró un incremento de los despachos de cemento de 4,4%, respecto de marzo. El “Índice Construya”, en base a venta de materiales para la construcción privada, mostró una suba 6,4% mensual (desestacionalizado) en el mes de abril después de una caída de 11,2% en marzo. Y según el INDEC, las ventas en supermercados crecieron marginalmente un 0,1% -en términos reales- respecto a marzo.
En contraste, las ventas de autos según lo registrado por ADEFA bajaron a solo 22.450 unidades -contra 33.795 unidades en mismo mes de 2023 – y la producción cayó 0,4% en abril, respecto al mes previo.
Los asalariados privados, jubilados y pensionados- con haberes con indexación por la inflación pasada y beneficiarios de AUH le empiezan a ganar a la inflación. Sin embargo, el rebote en el consumo agregado probablemente será marginal. Aún existen sectores como los informales, monotributistas e independientes que aún siguen corriendo de atrás la carrera de los “ingresos reales”. A esto hay que sumarle la caída en el nivel de empleo registrado (público y privado) e informales.
Podemos analizar las últimas recesiones y crisis para calcular un promedio de las recuperaciones más rápidas.
Por ejemplo, si consideramos la recesión de 2008/9 causada por la crisis financiera internacional, específicamente la crisis de las hipotecas subprime en EE.UU., la economía tardó 19 meses en recuperarse completamente desde la caída que comenzó en septiembre de 2008.
En la recesión de 2012, la actividad económica tardó solo 13 meses en volver a su nivel anterior. En el caso de la crisis de 2014, tras la devaluación de Kicillof en enero de ese año, la recuperación se logró en 21 meses. Es decir, si pensamos en una recuperación rápida (o en “V”) es un escenario en que la recuperación se logra en 17/ 18 meses -en promedio-.
El rebote de la economía será heterogéneo. Ya en marzo hay 2 sectores que tienen dinamismo: el agro principalmente porque se compara contra un año de sequía y creció un 14,1% interanual. Y otro sector que viene creciendo es la “explotación de minas y canteras” que registró un incremento de 5,9% interanual.
La clave de la recuperación es que pasará con los sectores vinculados al consumo interno que se llevan el mayor golpe tras el “fogonazo” inflacionario. Una parte de la caída del consumo puede ser “amortiguada” vía el crédito. Ya que el BCRA viene bajando las tasas de interés muy agresivamente. Sin embargo, el nivel de crédito privado está en un mínimo histórico, representa solo el 4% del PBI.
Según las consultoras y bancos que participan en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA, se espera que el año 2024 concluya con una caída del PBI de 3,5% -en comparación con el pronóstico de diciembre que esperaban una caída del 2,6%-. La mayor parte de la caída se explica por el primer trimestre, para el cual los participantes del REM estiman una caída de 3,4%, el segundo trimestre tendría un crecimiento nulo y la recuperación comenzaría en el tercer trimestre de 2024 con un incremento del 0,6%.
El propio Milei ha reconocido que la expansión económica será mayor sin controles de cambios. Sin embargo, el Ministro de Economía ha sido muy cauteloso en cuanto a la fecha de levantamiento del cepo cambiario. Según Luis Caputo, aún faltan condiciones para lograr un levantamiento del cepo sin incurrir en riesgos adicionales. Por lo tanto, la pregunta es si la recuperación será también más lenta. En ese escenario, las probabilidades de una recuperación en forma de “V” se reducen.