La última baja de tasas de interés del BCRA de 50% a 40% de tasa anual “gatilló” la suba en la cotización de los dólares financieros y del dólar blue y generó un cambio en las expectativas del mercado. En el acumulado de 2024 el dólar contado con liquidación y el dólar bolsa (MEP) acumulan una suba en su cotización de 33,3% y 27,8%, respectivamente, muy por encima del dólar oficial que se rige por el crawling peg de 2% mensual (acumula una suba de 11,1% en el 2024). Veamos las razones que explican esta suba de los dólares financieros en las últimas semanas.
- Baja en la tasa de interés del BCRA
A mediados de mayo se produjo la última baja de tasa de interés de referencia del BCRA de 50% a 40% anual. Así, la tasa de los depósitos a plazo fijo se ubicó cercana a 30% anual, es equivalente a una tasa efectiva de sólo 2,5% mensual. Esto le quita atractivo a las colocaciones en pesos. Prácticamente quedaron en un rendimiento similar al ritmo del crawling peg (2% mensual). Hace 3 meses, el rendimiento era de 8,3% mensual contra las micro-devaluaciones del 2% mensual. De esa forma se generan incentivos a “apalancarse” en pesos y no vender los dólares (no liquidar o retener el producto –cosecha gruesa- en el caso del agro).
En el gráfico se observa que, tras la última baja de la tasa de interés, se inició una suba del dólar blue y eso se fue “replicando” en el mercado de los dólares financieros. Luego los dólares financieros se ubicaron por encima del dólar libre.
En los que va de junio la tendencia alcista continua. El contado con liquidación sube 4% y el dólar bolsa 4,6% hasta el 6/6. Ese movimiento es equivalente prácticamente a 2 meses de rendimientos de un plazo fijo en pesos.
- Menor liquidación del agro, menos oferta al “blend” y menos compras del BCRA
En las últimas semanas se ha observado un menor volumen en el mercado del dólar oficial. Esto se da en un mes en que la estacionalidad del agro juega a favor y enciende una señal de alarma en el Gobierno.
La liquidación del agro promedió U$S 123 millones de dólares por día en mayo. Sin embargo, en el arranque de junio el promedio bajo a U$S 85 millones hasta 5/6.
Vale señalar que con el esquema del “dólar blend” (80% de liquidación al oficial y 20% al contado con liqui) además de perder volumen el mercado oficial de cambios, ocurre lo mismo con el mercado del “contado con liqui” que pierde oferta. Así, a similar demanda, se incrementa la tendencia alcista de los dólares financieros.
Por su parte, el ritmo de las compras de dólares del BCRA se ha desacelerado. En la primera quincena de mayo registró compras por U$S 146 millones diarios –promedio- y desde el 22/5 este ritmo de compas se redujo a U$S 40 millones.
Además, dentro del esquema de Caputo y Milei la acumulación de reservas es clave para el saneamiento del BCRA y la posibilidad de apertura del cepo cambiario. Un BCRA con menor ritmo de compras implica que el evento de levantamiento de cepo queda más lejos en el tiempo. Y exacerba la búsqueda de cobertura en dólares financieros.
Atraso cambiario
Una de las inconsistencias del esquema económico que puede estar ralentizando el ritmo de liquidación del agro y las compras del BCRA es el famoso “atraso cambiario”. Actualmente el dólar oficial “real” (ajustado por el índice de tipo de cambio real multilateral) se ubica un 12% por debajo del dólar de apertura del cepo de diciembre de 2015 y de mantener la tendencia se va acercando al nivel de dólar súper-atrasado de diciembre de 2017 y noviembre de 2015. Actualmente, está solo a 13% arriba del nivel de la convertibilidad.
- Dudas sobre el levantamiento del cepo
Las últimas declaraciones del Ministro de Economía, Luis Caputo, sobre el levantamiento de los controles cambiarios no fueron muy optimistas. Señaló que se deberían cumplir 4 requisitos: 1) ancla fiscal, 2) y 3) normalización de los flujos y stocks (importaciones y giro de dividendos y utilidades) y 4) saneamiento del BCRA. Este último, es el punto con menor avance, en especial en el tema acumulación de reservas.
Bajo un escenario hipotético de que los controles de cambios se extienden en el tiempo, es probable que los agentes económicos comiencen a replantearse las carteras de inversión y haya un mayor apetito por cobertura. Esto, sin dudas, le agrega una demanda adicional a los dólares financieros.
4. Pago del Swap con China
Una noticia que afectó las expectativas de devaluación es que Banco Central probablemente no pueda renovar la totalidad del tramo de swap con China (activado en 2023 por un total de U$S 4800 millones de dólares) que vence en junio y julio. Así, necesitarán una mayor acumulación de reservas para poder cancelar ese pasivo de corto plazo del Banco Central, lo cual interrumpiría el proceso de saneamiento del balance.
5.Contexto Global –Monedas de Latinoamérica y Soja-
El dólar en Brasil, nuestro principal socio comercial, muestra una tendencia alcista en las últimas semanas. Subió 5,4% en los últimos 30 días, alcanzando los 5,27 reales por dólar. Por otro lado, el Peso Mexicano se deprecio un 7% en el último mes, cotizando el dólar a 18,2 pesos mexicanos.
La mayor volatilidad en monedas de Latinoamérica complican la tarea del BCRA en Argentina para mantener el ritmo del crawling al 2% mensual intentando que la brecha cambiaria no se dispare.
Por otro lado, la tendencia a la baja de la soja -principal producto de exportación de Argentina- hasta los U$S 435 dólares por tonelada (hace un año cotizaba entre 490/500 dólares por tn) complica el panorama de la liquidación de la “cosecha gruesa” por parte de los productores.
6. Factores Políticos
Hay factores de política interna que están generando “ruido” en las expectativas económicas. Por un lado, hay una crisis de gestión de los recursos públicos. Primero, con el caso del Ministerio de Capital Humano, con graves problemas en la distribución de alimentos. Por otro lado, la gestión del abastecimiento de gas que por falta de planificación dejo una jornada completa sin gas a industrias y estaciones de servicios con GNL.
Además, la debilidad del Gobierno en el poder legislativo se hace evidente ya que no ha podido avanzar la Ley Bases. Y otra señal política que genera ruido es el proyecto de ley impulsado por la oposición para modificar el índice de movilidad de jubilaciones y que “pega” en la línea de flotación al Gobierno ya que pone en riesgo el “ancla fiscal”.