El triunfo de la candidata de Mauricio Macri sobre el jefe de Gabinete Aníbal Fernández no sólo incluyó un corte de boleta formidable y una diferencia de cinco puntos, además, puso sobre la mesa una renovación impactante en los municipios que en su mayoría gobernaba el PJ. El frente del PRO, la UCR y la Coalición Cívica ganaron en 65 municipios del territorio más grande de la Argentina.
Por primera vez desde el regreso de la democracia, el peronismo será minoría en la Provincia y gobernará sólo 55 distritos. La fórmula kirchnerista de Fernández y Sabbatella obtuvo el porcentaje de votos más bajo para el PJ desde 1962, perdió en siete de las ocho secciones electorales contra la boleta de Vidal y el radical Daniel Salvador. En el Gran Buenos Aires, el Frente para la Victoria retuvo 19 comunas, pero el frente Cambiemos ganó en nueve distritos calves y gobernará en once a partir de diciembre.
Entre las víctimas de la ola Vidal estuvieron históricos barones del conurbano como Hugo Curto que perdió ante el periodista Diego Valenzuela. Curto había llegado al poder en Tres de Febrero durante la presidencia de Carlos Menem y gobernaba desde hacía 24 años. Su caso se suma a dos derrotas estruendosas en la zona sur del GBA: la de Francisco “Barba” Gutiérrez ante Martiniano Molina en Quilmes, y la del camporista Julián Álvarez ante el ministro de Economía de Macri Néstor Grindetti en Lanús. Además, Julio Garro terminó con los años de gobierno de Pablo Bruera en La Plata y el esposo de Vidal clausuró el intento de la familia Sabbatella de seguir gobernando Morón, la cuna de Nuevo Encuentro.
