Mauricio Macri y Daniel Scioli están a 20 días de cumplir el objetivo político más importante de sus vidas.
Los candidatos que pelean por la sucesión de Cristina Kirchner iniciaron la recta final de la campaña con guiños al electorado de Sergio Massa. Preocupado por el ajustado triunfo de la primera vuelta y las encuestas que lo muestran debajo de Macri, Scioli trata de recuperase con propuestas.
El gobernador bonaerense sabe que corre de atrás al jefe de gobierno porteño. Por eso, ahora incluye en su plataforma las iniciativas que el kirchnerismo desautorizó durante los últimos años.
Junto con la campaña para instalar el miedo a Macri, Scioli propone el 82% móvil para los jubilados y la eliminación del impuesto a las Ganancias para el medio aguinaldo.
Además, el candidato oficialista busca reconciliarse con el campo: promete el fin de las retenciones al trigo y al maíz y acepta bajar incluso el gravamen que pagan los sojeros, una bandera irrenunciable del kirchnerismo.
Mientras Scioli retoma la agenda de Massa, las reservas del Banco Central siguen bajando y el Gobierno nacional apela a medidas ortodoxas para frenar la corrida al dólar: Mucho más tranquilos son los días para Macri, que camino confiado hacia el balotaje.
El líder del Frente Cambiemos se tomó unos días de descanso en Tandil y retornó para asistir a la coronación de Boca Juniors, el club que le sirvió de trampolín para llegar a la política.
Macri sigue con su estrategia de no confrontar y dice que el cambio es inexorable. Pero se compromete con la agenda de sus socios y ahora promete ir a fondo contra la corrupción kirchnerista si cumple con su sueño de llegar a la Casa Rosada.