La campaña llamada “Los fantasmas del pasado” implementada desde el espacio de Dilma Rousseff en Brasil, siempre planteaba la idea de la gente en una situación económica buena que miraba su pasado y tiene dos opciones: dar un paso al frente en la vida o ver ese pasado. En otro contexto le dio resultado a Dilma Rousseff, pero era un diferencia más amplia la que tenía.