El gráfico elaborado de la evolución del PBI elaborado por la consultora Economía & Regiones, en base a los datos oficiales del INDEC, explica mejor que ningún otro el drama de la economía argentina de la últimos 7 años. Desde el año 2012 se produjo el famoso “serrucho” o lo que algunas denominan la “maldición de los años pares”: la economía sólo creció en los años electorales (2013,2015, 2017), compensando la caída en los año pares (2012, 2014, 2016), sin elecciones.
Por su puesto, la crisis de 2018 le agrega una cuota de decadencia adicional, porque la gestión Macri lograría este año romper la “maldición de los años pares”, pero en el sentido inverso al prometido. En lugar de hilvanar dos años consecutivos de crecimiento –algo que, como los propios funcionarios de Cambiemos promocionaban a principios de 2018, no se conseguía desde 2010/2011—todo indica que la economía argentina se sumergirá dos años consecutivos: 2018 y 2019. Es decir que por primera vez desde 2009, cuando golpeó la crisis financiera internacional disparada por la caída de Lehman Brothers, habrá una caída del PBI (el FMI estima 1,7%) en un año electoral.
Sin embargo, el dato principal es que la economía argentina transita por un tercera recesión grande (2014, 2016 y 2018) en 5 años (la segunda de Macri en 3 años). Y el resultado es que el PBI de 2019 será similar o incluso inferior al de 2011. Mientras la población crece a razón de 1,1% anual. Es decir, una torta que se achica para más argentinos. Dejando de lado a Venezuela, Argentina será uno de los pocos países en el período con una fuerte caída del PBI per cápita.
Después cada uno ahora sus cuentas para llevar agua a su molino. En el segundo mandato de Cristina el PBI creció en 4 años apenas 1,5%, con una caída del PBI per cápita. Macri agravó las cosas: en los 4 años de su mandato acumulará una economía del PBI del orden del 3%, con una baja del PBI per cápita mucho mayor. Sin embargo, después de 2011, la tendencia es evidente.