Los últimos datos del Boletín Fiscal muestran claramente la dinámica del ajuste fiscal. Entre enero y noviembre, el gasto público primario (antes del pago de intereses) creció 22,4%, mientras que los ingresos totales aumentaron 30,4%. Por eso, el déficit fiscal operativo se redujo en 28,4% en términos nominales: de $ 284.535 millones en los primeros once meses del año pasado a 203.671 millones en igual período de este año. Por el contrario, los intereses de la deuda –como resultado de la devaluación– se dispararon 70%: de $ 194.400 millones a $ 331.480 millones.
Sin embargo, las metas de déficit acordadas con el FMI se concentran solo en el déficit fiscal primario. El desagregado de la evolución del gasto operativo o primario permite visualizar la marcha del ajuste según sus tres componentes principales:
1) Los gastos que se actualizan de manera automática por la ley de movilidad previsional. Así las llamadas "Prestaciones sociales", que representan el 57% del gasto público primario total, aumentaron 27% en lo que va del año. Por encima del resto del gasto, pero muy por debajo de la inflación. El gasto en jubilaciones y pensiones se incrementó 26,2%. Mientras que el aumento en las erogaciones de la Asignación Universal por Hijo (AUH) fue todavía mayor: 35,9%, porque se amplió el número de beneficiarios y se otorgó un plus por sobre la movilidad.
2) El segundo segmento del gasto público primario son los gastos que el Gobierno planeaba "congelar", es decir, actualizar muy por debajo de la recaudación y la inflación. Son los llamados "gastos corrientes" (representan casi el 36% del gasto), que en los primeros once meses aumentaron en línea con el gasto primario: 22,3%. Sin embargo, con diferencias importantes. El gasto en salarios públicos creció sólo 18,8%, y las transferencias a provincias apenas 10%. En cambio, los subsidios económicos (energía y, en menor medida, transporte), que el gobierno planeaba este año congelar totalmente (mantener con cero crecimiento nominal), volvieron a dispararse como consecuencia de la devaluación: en 11 meses, subieron 35%, muy por encima del resto del gasto primario e incluso de la recaudación.
2) Finalmente, sobre los "gastos de capital" –la obra pública– pesan los mayores recortes. Entre enero y noviembre se ejecutaron un 4% menos de fondos, en términos nominales, que en igual período del año pasado, con una inflación del 46% en el último año. El mayor recorte se dio en el área de Vivienda, con un 31% de quita, unos $ 9.000 millones menos. En Agua y Alcantarillado, en tanto, la caida fue de 6,9%, unos $ 1.250 millones menos que el año pasado. En cambio, se incrementó la inversión en obras del área de educación, en casi 40%, unos $ 4.000 millones más que el año pasado.