El plan Guzmán con la deuda en pesos para quitarle presión al dólar en la previa electoral

El presupuesto de 2021 estableció una regla: el 40% del déficit fiscal (primario) se financia con deuda interna y el 60% con emisión monetaria del BCRA. Por ello, es clave que el Tesoro Nacional renueve los vencimientos de deuda en pesos.  En caso contrario, el BCRA estará obligado aumentar la emisión monetaria con el riesgo de desestabilizar la economía nuevamente.

El mes de junio luce  tranquilo en materia de vencimientos de deuda en pesos para el Gobierno. Vencen $ 245.000 millones de pesos y el Tesoro Nacional ya logró un fondeo de $160.000 millones en la primera de tres licitaciones del mes.

Guzmán quiere adelantarse a los meses que vienen y sin subir tanto la tasa de interés (“sin tanta zanahoria”) intentará aumentar el fondeo. Y así despejar las dudas respecto al programa financiero en medio de la previa electoral.

Como se dijo, en junio sólo vencen 245.000 millones de pesos. Pero en el trimestre siguiente (julio-septiembre) vencen 1,15 billones de pesos. Es decir, el equivalente a 44% de la base monetaria actual (ver gráfico).

El Tesoro Nacional tiene como meta en el año 2021 conseguir financiamiento por el 40% de déficit fiscal primario. Esto es equivalente aproximadamente a $680.000 millones. El resto está previsto que sea financiado con emisión monetaria del BCRA.

Por ello, es clave que en cada licitación de deuda -en el mercado local- pueda renovar los vencimientos y si es posible acumular financiamiento “extra”.

En el primer trimestre del año se emitieron títulos $757.104 millones. El 43% en instrumentos a tasa variable, 32% en instrumentos ajustables por CER y  el 25% en  títulos públicos a tasa fija. Así, logró acumular un financiamiento neto positivo de $90.550 millones (113% promedio de renovación).

En el mes de abril el Tesoro Nacional consiguió renovar el 128% de los vencimientos. Esto implicó un conseguir financiamiento neto por $58.662 millones.  Y en mayo obtuvo un financiamiento “extra” (por encima de los vencimientos) de $50.000 millones.

Así, en el acumulado de los primeros 5 meses del año el financiamiento neto ascendió a 200.000 millones de pesos. Es decir, solo el 29% del total de necesidades financieras fijadas por el Presupuesto Nacional 2021.

Bajo este escenario, y sabiendo que las licitación de deuda se pueden “contaminar” con la incertidumbre electoral, Martín Guzmán y el BCRA habilitaron a los bancos a integrar los encajes bancarios -voluntariamente-  con bonos del Tesoro Nacional  (con vencimiento mayor a 180 días) . Los bancos tendrían la posibilidad de aumentar su rentabilidad ya que los bonos del Tesoro Nacional pagan un rendimeinto cercano al  41% anual y las Leliqs sólo 38% anual (y hay que descontarle el impuesto a los Ingresos Brutos que se paga en CABA y otras provincias).  Así, el Tesoro Nacional se asegura un “piso” elevado de fondeo en cada licitación.

Para el mes de junio quedan aún 2 licitaciones más. Si el gobierno consigue un “roll- over” de la deuda que vence este mes ($245.000 millones, acumularía casi $360.000 millones de financiamiento neto. Y lograría cubrir más del 50% de las necesidades financieras fijas en el Presupuesto 2021.

En el corto plazo, si los bancos prefieren desprenderse de Leliqs para entrar en las licitación de deuda en pesos, el efecto en términos monetarios sería expansivo. Es decir, habría más pesos en circulación en la economía. Y eso podría dar más combustible a la “brecha cambiaria”.

Sin embargo, sabemos que en el plano fiscal los meses de mayor asistencia del BCRA al Tesoro son noviembre y diciembre (después de las elecciones). Si Guzmán mantiene cierto sesgo de austeridad en el gasto público en junio y julio (evitando recurrir a la emisión monetaria) y logra adelantar financiamiento via deuda, es probable que  pueda acumular más deuda en pesos sin acumular una gran presión sobre la brecha cambiaria en los meses de mayores vencimientos de deuda previos a las elecciones. Ése el plan oficial. Habrá que ver si se cumple.