La pandemia y la cuarentena derrumbaron los ingresos fiscales y dispararon el gasto público para amortiguar el impacto económico del coronavirus (Gasto Covid). El BCRA emitió 1,7 billones para cubrir el “agujero fiscal”. Actualmente el exceso de pesos presiona sobre la “brecha cambiaria” y genera presiones inflacionarias.
En lo que va de 2020, la emisión del BCRA para asistir al Tesoro Nacional –sumando adelantos transitorios y giro de utilidades- llegó a $1.727.400 millones. Entre marzo y lo que va de octubre, se concentró el 93 % de dicha emisión ($1.620.400 millones).
La maquinita de emisión del BCRA para cubrir el derrumbe de la recaudación tributaria y financiar el “gasto covid” (IFE y ATP) se combinó con meses de “prudencia monetaria”. Esto último, implicó que el Central retiró el exceso de pesos vía colocación de Leliqs –Letras de Liquidez- a los bancos a una tasa del 38% anual.
Entre abril y julio, la autoridad monetaria absorbió $1.022.650 millones vía Leliqs y Pases.
Durante esos meses por el efecto de la cuarentena y el cepo cambiario se “forzó” a los agentes económicos a tener más pesos en sus “manos” de lo deseado. En otras palabras, aumentó la demanda de pesos “artificialmente”. Así la inflación se mantuvo bajo control, en un promedio de 1,8% mensual (entre abril y julio).
En los siguientes meses con la reapertura de la economía, los agentes económicos empezaron a salir de esa “demanda forzada de pesos” producto de la incertidumbre y la cuarentena. Y comenzó el proceso de fuerte “dolarización” de ahorros.
El BCRA , en ese caso, usó otra forma para absorber pesos: la venta de dólares en el mercado cambiario.
Entre julio y octubre (hasta el 16/10 – ultimo dato oficial) el Central vendió dólares por 4.101 millones. Es decir, que retiró $382.000 millones de pesos de la base monetaria. Obviamente, este mecanismo de “esterilización”, en medio de una corrida cambiaria, no es algo sostenible para el Banco Central.
El “poder de fuego” del BCRA es limitado y por cada dólar el BCRA retiró solo 77,5 pesos del mercado en las últimas jornadas. Es muy lejos de lo que hubiese “absorbido” si lo hacia a la cotización de los dólares alternativos.
La contracara de la absorción vía Leliqs y Pases son los intereses que el Banco Central le pagó a los bancos por esas colocaciones de cortísimo plazo.
Por las Leliqs, el BCRA le pagaba 38% anual a los bancos (hoy paga 36% anual). Y en lo que va de 2020 el BCRA ya pagó (tuvo que emitir) $ 533.900 millones en intereses. Es decir, un monto equivalente al 30,7% de la emisión para asistir al Tesoro Nacional.
Se estima que en los últimos 2 meses del año, el BCRA pagará otros $160.000 millones a los bancos en intereses de Leliqs y Pases. Así, alcanzaría a los 700.000 millones de pesos en intereses durante el año.
El stock de pasivos remunerados del BCRA (Leliqs y Pases) durante la pandemia. Pasó de $1.593.000 al 15/03 a $2.664.000 millones al 16/10 (último dato disponible).
Lejos quedaron las promesas de Alberto Fernández de terminar con las Leliqs. Cuando asumió Fernández, el stock de Leliqs (más Pases) era de $ 1.170.000 millones . Es decir, tuvo un incremento de 127% en poco más de 10 meses.
En el último bimestre del 2020, se combinaran la emisión de los intereses de las Leliqs y Pases, sumado a la mega-emisión de pesos para cubrir el “faltante de caja” en los meses donde se concentra la mayor parte del déficit fiscal por una cuestión estacional (noviembre y diciembre), estimada en unos $550.000 millones.
Por el lado de la “absorción” de pesos, la escasez de reservas netas en el BCRA (aproximadamente u$S 5400 millones de reservas netas) limitará la operatoria de ventas de dólares en el mercado cambiario. Y en el caso de las Leliqs y Pases si no hay una suba significativa en las tasas de interés la capacidad de absorción de la autoridad monetaria será menor.
En resumen, la crisis cambiaria que se refleja en la disparada en la brecha cambiaria y caída en la demanda de pesos tendrá un test muy difícil de superar en el último bimestre del año. Habrá una inyección adicional de pesos en la economía. Esta claro que en este contexto de extrema desconfianza e incertidumbre macroeconómica, el excedente de pesos, si no hay un plan económico integral (fiscal y monetario) de fondo para anclar expectativas, irá a “fogonear” más la brecha cambiaria.