Como los anticipábamos en informes anteriores, una de las variables claves a seguir en medio de la crisis de confianza es la evolución del stock de depósitos en plazos fijos en pesos. Si los ahorristas en moneda local no renuevan los depósitos a plazo fijo, con un crecimiento fuerte desde mayo, sería otra señal peligrosa.
Hay 1,9 billones de pesos en depósitos a plazo fijo (equivalente a 10.000 millones al dólar blue) que si intentan cubrirse en moneda dura aumentarían notablemente la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los “dólares alternativos” en blanco (dólar bolsa y contado con liquidación) y en el mercado informal (blue).
En las últimas semanas se observó un estancamiento en el ritmo de crecimiento del stock de los plazo fijos en pesos. Pese a que el BCRA fue subiendo muy lentamente la tasa de interés. Del 33% anual para depósitos a plazo fijo (menores a un millón de pesos), fijado en agosto, pasó a 34% anual la semana pasada. Para los depósitos a plazo fijo mayoristas (más de un millón de pesos) la tasa de interés se fijó en 32% anual.
Entre mayo y mediados de septiembre, la estrategia del BCRA de aumentar el rendimiento en depósitos a plazo en moneda local, junto con el cepo, permitió un incremento en el stock de plazos fijos del sector privado del 39%. Se evitó así una mayor dolarización de ahorros.
Sin embargo, a partir de la imposición del “super cepo” el stock de depósitos a plazo fijo subió solo 1,1% (entre el 16/09 y 21/10, último dato oficial) muy por debajo del rendimiento promedio mensual. Pasó de $ 1.945.296 millones a $1.969.151 millones. Es decir, que hay ahorristas que no están renovando sus colocaciones en pesos.
En especial, los depósitos minoristas (menor a un millón de pesos) bajaron 1,1% ,entre el 16/09 y 21/10. El stock de depósitos paso de $ 642.265 millones a $ 641.401 millones. En tanto, el stock de depósitos a plazo fijo mayoristas (de más de un millón de pesos) subió 2,4%. Pasó de $1.289.950 millones a $ 1.327.750.
Del total de los depósitos a plazo fijo en pesos el 80,2% están colocados en plazos entre 30-59 días (en la previa al covid-19 era 70%). Es decir, a muy corto plazo y la mayor parte está concentrados en manos de inversores mayoristas (67,4% del total).
En resumen, si los ahorristas optaran en las próximas semanas por no renovar en forma masiva los depósitos a plazo fijo se podría dispararse aún más la brecha cambiaria en el corto plazo, agravando vertiginosamente la crisis.