El plan de Massa dio en septiembre un paso muy importante con el “dólar soja”, era prioritario acumular reservas en el BCRA. De lo contrario la devaluación “estaba a la vuelta de la esquina”. El dólar soja fue exitoso (mucho mejor de los esperado) y terminará con alrededor de 7.000 millones de liquidación de agro-dólares y con una acumulación de reservas por más de U$S 4.500 millones. El punto clave es cómo sigue la cuestión cambiaria los próximos meses. Volver al esquema previo al “dólar soja” puede llevar a perder en 3 meses lo que se acumuló en septiembre. Es esperable que se hagan modificaciones en la demanda de dólares en el MULC. Es decir, aumentos en la cotización del “dólar tarjeta/turismo” Mientras tanto lo que no quedó fijo (ceteris paribus) es el contexto internacional y eso es clave para los próximos meses. El “súper dólar” a escala global y el caos de monedas pueden complicar al “Plan Llegar” de Massa hasta la elección del 2023.
Recordemos que en las primeras semanas de Massa al frente del Ministerio de economía, hubo un frente externo muy favorable. Entró con un “timing” envidiable. Los commodities en precios internacionales altos (especialmente la soja recuperando los U$S 600 por tonelada), la tasa de los bonos de Estados Unidos -a 10 años- bajando hasta mediados de agosto, el riesgo país en los países de la región con una tendencia bajista y el Real en Brasil apreciándose (a fin de agosto casi perforaba los R$ 5 por dólar). Esto ayudó a que baje la “brecha cambiaria”, se desinflen los dólares alternativos que habían llegado a $350, suban los bonos soberanos argentinos en dólares y haya un rally en las acciones argentinas (con subas de 50% en dólares) – ver gráfico-
Sin embargo, el “viento a favor” externo se dio vuelta a mitad de septiembre y está complicando el panorama local.
¿Qué pasó en el contexto global?
La aceleración de la inflación en EE.UU hasta 8,3% interanual en agosto, llevó a la Reserva Federal de EE.UU a un aumento rápido de las tasa de interés (de 75 puntos básicos en septiembre hasta 3,25% de interés) y se esperan nuevas subas del mismo calibre.
El dólar empezó a fortalecerse, rápidamente, a escala global contra el resto de las monedas.
Básicamente, el diferencial de tasa de interés entre la FED y la tasa de referencia los distintos bancos centrales,que están atacando a la inflación de manera “más tibia”, provocaron una depreciación de la cotización de las monedas a escala global. La particularidad de este fenómeno es que tuvo un impacto muy fuerte en las monedas de países desarrollados (Euro, Libra esterlina, Yen, Yuan).
En las últimas semanas, este movimiento se profundizó, y el dólar alcanzó el mayor nivel en 20 años.
Si observamos el índice dólar (DXY) – que es índice compara al dólar estadounidense frente a una canasta de monedas de relevancia a escala global (Euro, Yen, Libra Esterlina, Dólar Canadiense, Corona Sueca y Franco Suizo)- tuvo un salto en marzo de 2020 en el inicio de la pandemia hasta 104.Luego comenzó a descender haciendo un “piso” en diciembre de 2021 (el índice llegó a 89 promedio mensual). Y a partir de allí comenzó lentamente a fortalecerse el dólar y actualmente alcanzó los 114 (el punto mas alto desde 2002).
En la región, parte de ese proceso comenzó a observarse en los últimos meses y puede complicar la estrategia del BCRA para hacerse de reservas, en un momento que las expectativas de devaluación del peso son muy elevadas (la “brecha cambiaria” volvió al 100%).
La contracara de un dólar que se revaloriza son monedas en países emergentes que comienzan a depreciarse.
Históricamente, ante la suba del DXY se produce una caída de los commodities. Sin embargo, con el contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania hubo un desacople entre el precio de los commodities y el dólar index.
-ver gráfico-
Por ello, aun el “super dólar” convive con una cotización de la soja por encima de los U$S 500 por tonelada. Es decir, el impacto por efecto en los precios es menor al esperado en otro contexto.
En cierta manera Latinoamérica tuvo un impacto amortiguado por esta situación. Sin embargo, si se mantiene el “super- dólar” en este nivel más temprano que tarde esto traerá consecuencias negativas en la región.
EFECTO EN LAS MONEDAS DE LA REGION
En el caso del dólar en Brasil llegó a cotizar cercano a los 5 reales por dólar a fin de agosto y actualmente alcanzó los R$ 5,38 reales. Acumuló una suba de 7,6% en solo un mes.
Algo similar ocurrió en Chile: el dólar pasó de $ 875 a mediados de agosto pasado a $956 en la actualidad. Es decir, tuvo un incremento de 9,2%.
Por su parte, en Colombia el aumento del dólar en los últimos 2 meses fue del 8%. Y en Perú el dólar paso de $3,80 a $3,94 en el último mes . Es decir, se incrementó un 3,6%.
En Argentina, el dólar oficial sube a un ritmo del 6,2% mensual en septiembre, y acumuló una suba de 43% en el año. Sin embargo, la inflación prácticamente lo duplica .Ya que corre arriba del 83% (si consideramos una inflación, también del 7% para el mes de septiembre). Es decir, tuvo una fortísima apreciación real a contramano de los países de la región.
La devaluación en los países de la región “erosiona” la competitividad del peso. Por ello, esta tendencia impacta directamente en Argentina, especialmente por lo que sucede con Brasil, nuestro mayor socio comercial.
Argentina ya acumula una pérdida de competitividad por aplicar la receta del “atraso cambiario” en el año electoral de 2021 y este año por el “fogonazo inflacionario” que corre más rápido que el “crawling peg” del BCRA . El nivel de atraso del tipo de cambio oficial es similar al de diciembre del 2017 (Macri) y esta solo 14% del dólar “hiper–atrasado” de noviembre de 2015 (CFK ll) . Además, el BCRA no cuenta con suficientes reservas netas para defender la cotización del peso. En las últimas semanas el BCRA pudo seguir comprando dólares por la instrumentación del “dólar soja”. Es muy difícil que logre acumular reservas con el esquema cambiario previo al “dólar soja”
Es clave seguir monitoreando la evolución del dólar a escala global.Y si se profundiza la devaluación en países vecinos en los próximos meses. Ya que esto va a dificultar más la tarea al Banco Central y los va a someter a un “stress” muy fuerte en términos cambiarios. Es muy difícil ir en “contra de la corriente” cuando todas las monedas se deprecian contra el “super- dólar”.