Guzmán se juega todo a estabilizar el dólar libre y achicar la brecha: el dato a mirar con atención

El ministro de Economía Martín Guzmán tuvo un respiro traslaa mega-licitación de deuda por $254.000 millones que evita acudir en el corte plazo a la “maquinita” del BCRA para cubrir el “agujero fiscal”. Y por la baja en la cotización de los “dolares alternativos”  producto de la fuerte intervención vía ANSES y BCRA en el mercado bursátil.

El dólar blue bajó $17  -desde su máximo en $195- a $178. Los “dólares alternativos” también retrocedieron, el “contado con liquidación” a $152,3 y el “dólar bolsa” a $144,8.

Guzmán intenta estabilizar en el corto plazo a los “dólares alternativos” en un rango de $150/$165 mediante la venta de bonos de ANSES y BCRA. Sabe que una brecha cambiaria por encima del 140% significan una parálisis de la actividad económica y deja sin referencia de precios a sectores de la economía que dependen de insumos y productos importados. Pero también conlleva el peligro de desatar una corrida de los depósitos en pesos a los dólares libres, que de dispararse abiertamente sería muy difícil de frenar sólo subiendo la tasa de interés.

Sin embargo, pese a la baja en la brecha cambiaria, el “tablero de crisis” sigue emitiendo todas las señales de alarma.

Según información del BCRA, el pasado 23/10 (último dato oficial) el BCRA vendió u$s 142 millones para contener el dólar oficial Es la venta de divisas más grande realizada por el Banco Central desde el día de reapertura de la operatoria de “dólar ahorro”  el mes pasado por u$s 160 millones (tras 10 días de feriado cambiario).

 Así, la autoridad monetaria ya acumula u$S 804 millones de ventas en el mercado de cambios en octubre -a razón de u$S 57 millones diarios- . Y más de u$S 1.442 millones desde el anuncio del “super cepo” (15/09).

La contracara de las ventas sistemática de dólares del Central es el nivel de reservas netas del BCRA (sin incluir Swap de monedas con China, encajes bancarios, depósitos del Gobierno y préstamos con organismo internacionales) que son apenas u$S 4.513 millones (al 28/10, último dato oficial). Incluido en ese monto de U$S 3.775  millones en oro. Es decir, el “poder de fuego” disponible del BCRA está en un mínimo desde que asumió Alberto Fernández.

Además, según los últimos números del BCRA, continúan los retiro de los depósitos en dólares por parte de los ahorristas.

Los depósitos en dólares del sector privado perforaron los u$S 15.000 millones y cerraron en 14.853 millones de dólares al 26/10 (último dato disponible). Acumularon una caída de u$S 2.515 millones entre el 14/09 y el 26/10. El stock de depósitos en dólares pasó de u$s17.413 a u$S 14.853 millones.

El promedio de retiros, entre 14/09 y 26/10, fue de u$s 84 millones diarios. Y en lo que va de octubre fue de u$s 76 millones (promedio diario).

Es decir, el ritmo de retiros es preocupante a pesar que la liquidez en dólares del sistema bancario esta cerca del 92% .

Lo más preocupante ocurre con los depósitos a plazo fijo en pesos que a partir de la imposición del “super cepo” comenzaron a estancarse.

Según informaciones del BCRA, el stock de depósitos a plazo fijo subió solo 0,3% (entre el 16/09 y 26/10, último dato oficial) muy por debajo del rendimiento promedio mensual (2,7%). Pasó de  $ 1.945.296 millones a $1.951.133 millones. Es decir, que hay ahorristas que no están renovando sus colocaciones en pesos.

En especial, los depósitos minoristas (menor a un millón de pesos) bajaron 1,6% ,entre el 16/09 y 26/10. El stock de depósitos pasó de $ 642.265 millones a $ 638.010 millones.  En tanto, el stock de depósitos a plazo fijo mayoristas (de más de un millón de pesos) subió sólo 1,3%. Pasó de  $1.296.849 millones a $ 1.313.123.

Vale señalar, que del total de los depósitos a plazo fijo en pesos el 80% están colocados en plazos entre 30-59 días (en la previa al covid-19 era 70%). Es decir, a muy corto plazo y la mayor parte está concentrados en manos de inversores mayoristas (67,3% del total).

En pocas palabras, si los ahorristas optaran en las próximas semanas por no renovar en forma masiva los depósitos a plazo fijo se podría dispararse aún más la brecha cambiaria en el corto plazo, agravando vertiginosamente la crisis.

En resumen, el ministro Guzmán sabe que necesita bajar la “brecha cambiaria” en el corto plazo y utilizará herramientas que sean necesarias – aunque no sean las deseadas-. Incluyendo endeudamiento en dólares para darle salida a los fondos de inversión extranjeros , deuda en dólar linked (atada al dólar oficial) para fondos ,empresas y particulares locales o vendiendo bonos de ANSES y BCRA en el mercado bursátil.

Primero, para no “paralizar” la economía .Segundo, para que no aparezcan remarcaciones de precios ni  desabastecimiento por falta de referencia en el dólar y la disparada en las expectativas de devaluación . Y por último, para evitar que la corrida cambiaria se transforme en una corrida bancaria.