El Tesoro Nacional tenía un programa financiero para el año 2022 que implicaba un roll-over (promedio) de 130% en las licitaciones de la deuda en pesos para conseguir financiamiento equivalente al 2% del PBI. Sin ese financiamiento, el BCRA quedaría obligado a emitir más pesos para cubrir el déficit fiscal. E incumpliría la meta de emisión monetaria fijada en el acuerdo con el FMI, de sólo 1% del PBI.
La estrategia del Tesoro en busca de “fondeo” en pesos venía bien hasta el mes de mayo, acumulando cerca de $650.000 millones de financiamiento neto (0,8% del PBI).
En el mes de junio el mercado de deuda en pesos le “bajo el pulgar” a Guzmán. Comenzó la salida de los fondos de inversión de los bonos que ajustan por inflación. Esto obligó al BCRA a emitir más de 1,1 billones de pesos (desde el 13/6 hasta principios de julio) para evitar una caída mayor en los bonos CER.
Pasada la crisis de la deuda CER, durante la corta gestión de Batakis, el Tesoro Nacional obtuvo financiamiento neto por 318.200 millones (descomprimiendo un vencimiento fuerte a fines de julio por $482.000 millones).
En la primera licitación de agosto, el Tesoro Nacional logró colocar deuda por poco menos de $183.000 millones. Algo que se consiguió a costa de una mayor tasa de interés y menores plazos de colocación.
En la última licitación del mes, el Tesoro Nacional tenía vencimientos por casi $90.000 millones y colocó deuda por unos $286.000 millones, alcanzando un financiamiento neto positivo de $197.000 millones.
Así, el financiamiento neto acumulado del mes de agosto superó los $212.000 millones. Esto implicó un roll-over mensual de 183% (sólo superado por el roll-over de julio que fue de 211%).
Así, en el acumulado de los primeros 8 meses del año el financiamiento neto superó los $1.200.000 millones ( con un rollo ver promedio del 133%).
Vale señalar, que los vencimientos proyectados hasta agosto de 2023 (mes de las PASO) “en manos de privadas” son $3,7 billones (equivalente al 88% de la base monetaria actual).
En resumen, si Sergio Massa logra llevar adelante el ajuste fiscal y reduce el déficit fiscal primario a 2,5% del PBI tal como lo establece el acuerdo con el FMI, “sólo” necesitaría cerca de 800.000 millones de “fondeo” extra hasta fin de año para cumplir con el programa financiero. Es una meta alcanzable. El “lado de los pesos” de los problemas macroeconómicos están encaminado con un mayor costo en tasa de interés y menores plazos de colocacion. Ahora, el punto clave a resolver de los próximos 90 días es cómo el Gobierno revierte el problema de los dólares: la falta de oferta en el mercado de cambios, la elevada “brecha cambiaria” y la escasez de reservas netas.