La flamante ministra de economía, Silvina Batakis, anunció un set de medidas para “calmar” a los mercados en medio de la crisis. Remarcó la necesidad de equilibrar las cuentas fiscales y ratificó las metas del acuerdo con el FMI (2,5% de déficit fiscal primario). Para lograr ese objetivo se “sentó” sobre la caja del Fisco Nacional, anunció que se congela la incorporación de empleados a la planta estatal y este viernes en teoría estaría disponible “el famoso” formulario de la segmentación tarifaria. Cristina, aseguran Alberto Fernández y Sergio Massa, no sólo vio las medidas de Batakis sino que dio su consentimiento. Sin embargo, desde el anuncio, permanece en silencio y hay dudas de si seguirá brindando su “respaldo tácito”, una vez que se pongan en marcha la letra chica de las medidas. Veamos.
Batakis hizo especial énfasis en la importancia del equilibrio fiscal y afirmó que “no vamos a gastar más de lo que tenemos”. La “regla fiscal de Batakis” apunta a que ningún pago pase por fuera del control del Ministerio de Economía.
En el plano, cambiario y monetario, afirmó que el dólar oficial está en un “nivel de equilibrio” y por lo tanto descartó una devaluación. La única medida que anticipó la ministra fue que las tasas de intereses en pesos subirán. Una de las exigencias del acuerdo con el FMI eran que las tasas de interés reales sean positivas.
Pero miremos más de cerca la regla fiscal de Batakis. No se gastará más de los que ingresa de caja y todos los movimientos de caja pasarán por el control del Ministerio de Economía. Así, no habrá pago que realice el Tesoro Nacional que no pase por su autorización. Las cuotas presupuestarias mensuales que el Ministerio de Economía otorga van a ser acordes con la proyección de la “caja real”.
Se entiende que a partir de la implementación de esta medida aquellos ministerios que tenían partidas subejecutadas en la primer mitad del año, no podrán hacerse de esos recursos en el segundo semestre. En el Gobierno dicen que es “un castigo a los inútiles”, que no ejercutaron en línea con los créditos presupuestarios con que contaban, pero en realidad Guzmán desde el año pasado que trataba de pisar artesanalmente las cuotas de financiamiento para distintos Ministerios.
Según nuestras estimaciones, tomando el presupuesto 2022 vigente y los números de ejecución presupuestaria informados por la Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación observamos que las partidas de “Gastos de Capital” (obra pública) son las que muestran un nivel de subejecucion importante.
En los primeros 5 meses del año (último dato oficial disponible), se habían ejecutado casi $400.000 millones sobre los 1,5 billones de pesos que tienen presupuestado para todo el 2022. De aplicarse este control de caja por parte de Batakis es posible que el Fisco se “ahorre” ahí unos $240.000 millones en 2022 por recortes en obra pública.
Además , si a esto le sumamos el resto de las partidas del gasto que no se indexan por ley, como Gastos de Funcionamiento, Transferencias a provincias y Transferencias a Universidades ( excluimos Prestación Sociales) y están por debajo del nivel de ejecución teórico en los primeros 5 meses del año, el “ahorro fiscal” podría ser de cercano a los $440.000 millones (ver cuadro).
Otro punto clave es que se modificará la Ley de Administración Financiera, en su artículo 8. Esto implicará la unificación de las cuentas del Estado. Así, Batakis podría controlar el excedente de caja de organismos/entes públicos y empresas públicas que actualmente son superavitarios (Pami y diversos Fondos Fiduciarios) como parte de los recursos disponibles por el Fisco para cumplir con las metas fiscales.
Según los datos del Ministerio de Economía, en 2021 la ejecución presupuestaria de fondos fiduciarios y entes públicos tuvieron un superávit (resultado financiero positivo) cercano a los $780.000 millones.
Los fondos fiduciarios (que incluyen al Fondo de Garantías Argentino –FOGAR- ,Fondo Nacional de Desarrollo Productivo -FONDEP- y al Fondo de Pro.cre.ar, entre otros) tuvieron un resultado financiero positivo de $664.000 millones en 2021.
En tanto, los entes públicos (incluyendo al ex PAMI) tuvieron un superávit de $113.200 millones (ver gráfico).
Estos recursos podrían ser utilizados por Batakis para reducir contablemente la “brecha fiscal” y así, poder cumplir las metas con el FMI. El Fondo exige al Gobierno, para encarrilar las metas, que el gasto público real (descontada la inflación) caiga alrededor de 8% en la segunda parte del año, para compensar la expansión de 12% en terminos reales durante el primer semestre.
Sea como fuere, una cosa son los papeles y otra la realidad. Habrá que ver en las próximas semanas si el “ajuste Batakis/FMI” cuenta con el respaldo político de Cristina Fernández de Kirchner, como dicen en la Casa Rosada, y cómo es la dinámica y pulseadas que se abrirán dentro del Frente de Todos con ministros, gobernadores, gremios estatales y dirigentes sociales afectados por las medidas.
Además, se anunció que se “congela” la incorporación de empleados a la planta estatal y esto se ampliará a todos los organismos del Estado. Batakis confirmo que el viernes estará disponible el formulario para la segmentación de tarifas.
Otra de las medidas que se anunció en la conferencia de prensa fue que se garantizarán tasas de interés por encima de la inflación para la deuda del Tesoro.
Apuntando a incrementar la base imponible del impuesto sobre los bienes personales la ministra de economía afirmó que se va a trabajar en “metodologías” para hacer “comparables” las valuaciones fiscales de los inmuebles de las distintas provincias.
Si bien las medidas van en el sentido que esperaba el mercado , especialmente por el sesgo fiscalista de Batakis, las variables financieras y cambiarias no mostraron una mejora significativa. El “contado con liquidación” bajo solo 4 pesos respecto al viernes (cerró en 296 pesos) , el riesgo país continua en cercano a los 2700 puntos básicos y solo hubo un pequeño rebote de los bonos en pesos. El nivel de incertidumbre es muy elevado y el mercado quiere “ver para creer”.