¿Se puede quebrar la “inercia inflacionaria”?

En los últimos 4 meses, la tasa de inflación mensual no pudo romper el 4% mensual. La inflación de agosto cerró en 4,2%. Y la inflación núcleo (que no contempla precios regulados y estacionales), no solo que no bajó, sino que subió de 3,8% en julio a 4,1% mensual en agosto. Hay dudas sobre si el esquema económico actual puede dar en los últimos meses del año una convergencia al 2% mensual (ritmo del crawling-peg). ¿Qué factores juegan a favor del “quiebre” de la inercia? ¿y cuáles le ponen un “piso” a la dinámica de los precios?

Según el INDEC, la inflación en agosto aumentó un 4,2% mensual en comparación con julio de 2024. El número del IPC-Nacional se ubicó por encima del 3,9% mensual que proyectaban en el REM del BCRA (relevamiento de expectativas de mercado del BCRA). Así, el acumulado de los últimos 12 meses alcanzó 236,7% interanual.

La inflación núcleo (que no incluye a precios regulados ni estacionales) en agosto fue de 4,1% mensual. Esto es 0,1 puntos porcentuales por debajo del índice general (4,2%). Sin embargo, la inflación core muestra una aceleración respecto de los registros previos, en mayo y junio fue de 3,7% , en julio 3,8% y en agosto fue de 4,1%. En el acumulado del año la inflación núcleo fue de 227,5%.

Los rubros que más subieron en el mes de agosto de 2024 fueron: “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (7%), “Educación” (6,6%), “Transporte” (5,1%), “Comunicación” (4,9%),“Restaurantes y hoteles” (4,8%) y “Equipamiento y mantenimiento del hogar” (4,3%).

Asimismo, los rubros “Salud” (4,1%), “Recreación y cultura” (3,7%), “Alimentos y bebidas no alcohólicas” (3,6%), “Bebidas alcohol y tabaco” (3%)  , “Bienes y servicios varios” (2,3%)  y “Prendas de vestir y calzado” (2,1%) reflejaron las menores variaciones respecto de julio.

En agosto, la “inflación de alimentos” fue de 3,6% (0,6 puntos por debajo de la inflación general), respecto de julio.

La dinámica en la inflación de alimentos se explica por la suba de la carne de entre 4% y 6,5% mensual dependiendo de la región. Otro de los rubros que subió por encima del índice general fueron: “Leche, productos lácteos y huevos” 4,8% y “Pan y cereales” 4,3% mensual.

En agosto, hubo deflación de “Verduras, tubérculos y legumbres” de 2,7% mensual, lo cual también ayudó a que la inflación de alimentos sea menor. En el acumulado de los últimos 12 meses la “inflación de alimentos” fue de 236,9%.

El índice de precios regulados registró un incremento de 5,9% mensual respecto del mes anterior. En el mes de julio el incremento de regulados fue de 4,3%.  En el acumulado de los 12 meses previos los precios regulados subieron 308,3% interanual (71,6 puntos porcentuales más que la inflación general). Y por su parte, los precios estacionales registraron incrementos de 1,5% en agosto y , el acumulado de los últimos 12 meses alcanzó 198,3% interanual.

Además, los precios de los bienes crecieron al 3,2% mensual mientras que los servicios van prácticamente al doble de velocidad: +6,5% mensual. En el acumulado del año, la divergencia es notable, los precios de los bienes crecieron 80,3% y los servicios 143,1%.  

¿Es posible romper la inercia inflacionaria?

Hay ciertas cuestiones que juegan a favor para que la inflación general “perfore” el piso de 4% mensual.

En el mes de septiembre hay 3 factores que ayudan a que la inflación empiece con “3”:

  1. La reducción del Impuesto PAIS del  17,5% a 7,5%
  2. Los datos de IPIM (Inflación mayorista) fue de solo 2,1% mensual en agosto.
  3. “Pax cambiaria”

La reducción del Impuesto PAIS ya está operativa. Eso implica una reducción en todos los insumos y bienes importados. El efecto final es difícil de estimar porque hay importaciones que ya ingresaron al país, que ya pagaron el impuesto. Algunas consultoras proyectan que el efecto final será un 0,5%/0,7% en el índice mayorista de septiembre.

Por otra parte, la desaceleración de la inflación mayorista a 2,1% mensual en agosto es un buen dato. Sin embargo, la canasta del IPIM mayorista contiene bienes transables y no contiene servicios que justamente están creciendo a un ritmo mayor en los últimos meses.

Por último, el contexto internacional con la FED bajando la tasa de referencia en 50 puntos básicos, Brasil apreciando el Real  y el efecto del blanqueo en el mercado local, están garantizando una “pax cambiaria” y achicamiento de la brecha cambiaria que contiene las expectativas de devaluación.

Con estos 3 factores es muy probable que la inflación de septiembre empiece con “3”. Sin embargo, hay factores que a nuestro criterio se van a imponer sobre los anteriores que “juegan en contra de la desinflación” y ponen en duda la convergencia con el 2% antes de fin de año:

  1. Falta realizar ajustes de precios relativos y levantar el cepo cambiario.
  2. La política monetaria tiene tasas de interés levemente negativas en términos reales y la expansión del crédito privado es muy fuerte.
  3. Los principales contratos de la economía (salariales) se están ajustando mirando la inflación pasada y están muy por encima del 2% mensual del crawling peg.

Para tener un número sobre la corrección de los precios relativos que falta, si tomamos como punto de partida abril de 2019 (abril/19=100) , el ratio pecios regulados sobre ipc general, al mes de agosto, después de todos los ajustes que se hicieron, está en 81,3 puntos (debería subir 23% más) . Y si se toma el mismo ratio para el rubro “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” se ubica en 70,5 puntos (debería subir 41% más). Es decir, faltan más ajustes tarifarios por delante y eso implicará una “piso” inflacionario difícil de romper en el corto plazo.

Además, el levantamiento del cepo también implicará una corrección del dólar oficial adicional. Y, por ejemplo, si se vuelve al nivel de Macri en diciembre de 2015 se necesita una suba de 17% como mínimo y para volver al promedio histórico (años 2003-23) un 43% de suba.

Por otro lado, la política monetaria después de la baja de tasa de interés abrupta de mayo, dejó un rendimiento en pesos levemente negativas contra la inflación. Y además se observa, un crecimiento del crédito privado muy fuerte a tasas de crecimiento de 2 dígitos -en términos reales- los últimos 3 meses. Estas dos cuestiones dificultan una “desinflación” más rápida.

Finalmente, uno de los contratos más importantes de la economía, que son las paritarias, se están negociando por arriba de la pauta del crawling peg del 2% mensual . En julio el salario RIPTE (Remuneración imponible promedio de los trabajadores estables) cerró en 6,6% mensual. Y las negociaciones de septiembre se ubican más cercanas al 4% mensual porque aún están mirando la inflación pasada (backward looking), no la inflación esperada como desea el Gobierno (forward looking).

En resumen, el Gobierno encontró un primer “muro” que deberá quebrar para que la inflación baje de 4% mensual. El punto es si el esquema económico actual puede lograr una baja de la inflación sostenida y convergiendo al 2% mensual. O solo puede dar un efecto transitorio por la baja puntual del Impuesto PAIS, buen contexto internacional y “pax cambiaria”.

A nuestro entender, la tarea de ajuste de precios relativos que resta (incluyendo el levantamiento del cepo), el “boom” de crédito privado , la tasa de interés real negativa y negociaciones salariales mirando la inflación pasada son factores que dificultan el quiebre de la “inercia inflacionaria”. Sera difícil romper el 3,5% mensual sostenidamente hasta fin de año ¿Este esquema económico ya dio lo que tenía para dar en el tema inflación? ¿Se viene la “recalibracion” o vamos al nuevo régimen cambiario y monetario?