Se viene suba de tasa de interés: ¿Suficiente para reestablecer calma cambiaria?

Desde mediados de mayo se inició una suba en la cotización de los dólares financieros (contado con liqui y dólar bolsa) y el dólar blue, tras la última baja de tasa de interés. A los factores locales, se le sumó la depreciación del Real (brasilero) y la caída en el precio internacional de la soja que impactaron negativamente en el frente cambiario. La reacción del Gobierno fue la conferencia de prensa del ministro Luis Caputo y el titular del BCRA, Santiago Bausilli. Sin embargo, no trajo mayor certidumbre sobre lo cambiario y “pateo” el levantamiento del cepo para una “Fase 3”. Ahora parece inminente una suba de tasa de interés, ¿se podrá restablecer así la calma cambiaria nuevamente?

A mediados de mayo se produjo la última baja de tasa de interés de referencia del BCRA de 50% a 40% nominal anual. Así, la tasa de los depósitos a plazo fijo se ubicó cercana a 30% anual: es equivalente a una tasa efectiva de sólo 2,5% mensual. Esto le quitó atractivo a las colocaciones en pesos. Prácticamente quedaron en un rendimiento similar al ritmo del crawling peg (2% mensual).  Y creció el apetito por los dólares financieros. Entre el 13 de mayo y el 22 de mayo pasado, la cotización del dólar contado con liqui subió un 17%.

Precio Internacional de la Soja

La cotización de la soja – principal exportación del país-  pasó de U$S 490 dólares por tonelada en diciembre pasado a U$S 416 dólares en la última semana de junio. Es decir, cayó más de 15% en ese periodo. Esto complica el escenario para el Gobierno ya que el agro es el principal aportante de dólares al mercado oficial de cambios de Argentina.

 El Banco Central frenó su proceso de acumulación de reservas en junio y registró ventas netas por U$S 47 millones. Después de haber acumulado más de U$S 17.000 millones desde el 10 de diciembre de 2023. Esto presiona a la expectativa de devaluación y baja la probabilidad apertura del cepo.

Suba del Dólar en Brasil y México

La cotización del dólar en Brasil es clave para ver cómo sigue la estrategia del BCRA. Y para saber cuánto margen tiene para continuar con el esquema que mantiene el crawling peg de 2% mensual, con una inflación que según las proyecciones del Gobierno irá a una velocidad promedio de 4,3% mensual el resto de 2024. Es decir, con un dólar que se seguirá atrasando y alcanzará niveles similares al “dólar real” de la convertibilidad (1997-2001) a fin de año.

Desde abril, el Real se depreció nominalmente frente al dólar: pasó de R$ 5,05 a R$ 5,7 por dólar a fines de junio. Esto repercute en Argentina que pese a tener controles cambiarios tuvo una suba en los dólares financieros (contado con liquidación y dólar bolsa). Algo similar ocurrió con el Peso Mexicano que paso de $16,5 a principio de abril a $18,4 en el cierre de junio. Pero luego, el dólar en Brasil retrocedió hasta 5,45 reales, mientra que también cedió algo el dólar en México.

Claramente, la tendencia de las monedas latinoamericanas le agrega presión al Peso Argentino en medio de una transición a un nuevo régimen cambiario monetario.

En el grafico se observa como la suba acelerada de los dólares financieros coincide con la baja de tasa de interés de mediados de mayo (17% en menos de 10 días). Y luego, continua el movimiento alcista hasta fin de junio en línea con lo que ocurrió con el Real en Brasil y el Peso Mexicano.

Conferencia Caputo – Bausili

Tras la suba de los dólares el equipo económico salió a anunciar la “Fase 2” del programa que tiene como objetivo la “emisión cero” . Y la eliminación de la emisión endógena para el pago de intereses de los pasivos remunerados del BCRA. La conferencia despejo dudas sobre la emisión pero la incertidumbre continúa sobre el frente cambiario y la apertura del cepo (que quedó para una Fase 3).

Se viene la suba de tasa de interés

El equipo económico señaló en la conferencia que se creará una Letra (LRM) que permitirá “migrar” el resto del stock de Pases del BCRA – cerca de $13 billones de pesos-  al Tesoro Nacional.  Así, los pasivos remunerados serán eliminados del balance del BCRA .Y además, los intereses que pague este nuevo instrumento no obligarán a emitir pesos al BCRA (déficit cuasi fiscal), sino que fuerza a “redoblar” la apuesta del superávit fiscal, ya que estarán “en cabeza” del Tesoro Nacional.

Después de que el BCRA termine de instrumentar la nueva  Letra de Regulación Monetaria (LRM) , es muy probable que se decida una suba la tasa de interés.

La pregunta es si un incremento de la tasa de interés, con un rendimiento por encima de la inflación esperada (4% / 4,5% mensual) y del crawling peg del 2% mensual podrá traer calma al mercado cambiario .Y le permita comprar “algo más de tiempo” para armar una hoja de ruta para salir del cepo y avanzar en un acuerdo con el FMI.

Si la suba de tasas de interés solo “compra tiempo” y no avanza y despeja la incertidumbre sobre la cuestión cambiaria y el cepo, las presiones cambiarias volverán a aparecer.

En especial deberá definir una hoja de ruta para el levantamiento del cepo y especialmente a que régimen monetario-cambiario apuntará el Gobierno. Si será de flotación libre y usará la tasa de interés, flotación sucia con intervenciones del BCRA, o apuntan a un tipo de cambio fijo/neo-convertibilidad, etc. Todas esas posibilidades se suceden en las intervenciones públicas, muchas veces confusas, del presidente Javier Milei y del ministro Caputo.

 También deberían ir “balizando” la secuencia para desmantelar el cepo cambiario. Deberán definir como se irá a una normalización total de importaciones (plazos y acceso), eliminación de regulaciones de la CNV, eliminación del “Dólar Blend” (que el FMI exigía desde julio), eliminación de la restricción cruzada entre contado con liqui y MULC, entre otras.

Además, para aumentar las reservas brutas del BCRA es clave que se reglamente rápidamente el Blanqueo de capitales y el RIGI establecido en la Ley Bases. Extraoficialmente, se estima que tardarán más de un mes en reglamentar la ley Bases. La urgencia económica es mucho mayor y se necesita un ingreso de dólares de corto plazo para anclar expectativas. Ya que en el segundo semestre se cae estacionalmente la liquidación de divisas del agro.