Sorpresa: el año próximo habrá presión tributaria récord y las retenciones casi duplicarán su peso en la recaudación frente al último año de Cristina

sorpresa-el-ao-prximo-habr-presin-tributaria-rcord-y-las-retenciones-casi-duplicarn-su-peso-en-la-recaudacin-frente-al-ltimo-ao-de-cristina-2018-10-29

Los datos que les enviaron desde el Ministerio de Hacienda sorprendieron a los propios legisladores de Cambiemos que defendieron el Presupuesto. En 2019, se alcanzará una presión tributaria record de 26,2%, que dará marcha atrás con la promesa de Macri de reducir la carga tributaria (en 2017 había logrado aligerar la presión tributaria hasta el 24,4%). Así, el año próximo la presión tributaria será incluso mayor a la de 2015 (25,8%), el último año del kirchnerismo en el poder.  
   Pero además, en 2019, las retenciones duplicarán su peso en la recaudación y, en términos de presión tributaria, llegarán a casi el doble de lo que representaban en el último año de Cristina.
  Los números figuran en el gráfico de presión tributaria (recaudación en % del PBI) que el equipo económico envió al presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, Luciano Laspina (ver gráfico). Son los siguientes:
— El año próximo, las recaudación por retenciones significará 2,4% del PBI, frente a 1,2% de este año y 1,3% en 2015, el último año de Cristina Kirchner en el poder. En 2017, por el atraso cambiario y la reducción de alícuotas de las retenciones a la soja, los ingresos fiscales por retenciones habían caido a 0,6% del PBI.
— El IVA seguirá siendo el principal impuesto nacional, con una recaudación de 7,8% del PBI, apenas arriba del 7,3% de 2015.
— Después figuran los ingresos de la seguridad social, con 6,6% del PBI, frente al 6,7% en 2015.
— El impuesto a las Ganancias reportaría ingresos el año próximo por 4,9% del PBI, una caida signficativa respecto al 6,4% de 2015. De hecho, este año la recaudación sería de 5,2% del PBI.
— El impuesto al cheque continuaría con ingresos por 1,6% del PBI, como en los últimos 4 años.
— Mientras que, como consecuencia de la devaluación, también se incrementarían los ingresos por aranceles de importación hasta 1 punto del PBI, frente al 0,6% de 2015.