A dónde fueron los dólares del superávit en 2022 y por qué será más difícil sumar reservas en 2023

En 2022 argentina tuvo nuevamente un superávit comercial, ya acumula 4 años consecutivos con exportaciones que superan a las importaciones (desde el año 2019 a 2022). Sin embargo, esto no se refleja en la acumulación de reservas del BCRA .El año pasado el superávit comercial según el INDEC fue de U$S 6.923 (base devengado). Si tomamos los números del balance cambiario del BCRA -base caja-, los ingresos netos de dólares sumaron U$S 21.8117 millones.

Pero no fueron acumulados en el BCRA: las reservas netas cerraron levemente por encima de los U$S 7.000 millones de dólares. El balance de servicios (incluido el déficit por turismo por 6.811 millones) fue negativo en u$s 10.106 millones, hubo pagos de intereses de la deuda por u$s 6.749 millones, cancelación de deuda de privados u$s 5.207 millones y formación de activos externos (incluido el dólar ahorro) U$S 773 millones. Lo que explicó el incremento en las reservas brutas de u$s 4.937 millones en 2022 fueron los desembolsos netos del FMI (desembolsos menos pago de capital e intereses). ¿Qué pasará en 2023?

En 2022, Argentina tuvo un superávit comercial, según el Balance Cambiario del Banco Central, de u$s 21.817 millones. Producto de los elevados precios internacionales de los productos agrícolas que dinamizaron a las exportaciones. A esto se sumó el efecto del “dólar soja”, que disparó la liquidación de un stock de agro-dólares (en septiembre U$S 8.100 millones y diciembre más de  U$S 3.000 millones “extras”). Por otro lado, se profundizaron las trabas a las importaciones con la implementación del sistema SIRA (en diciembre pasado, el pago de importaciones tocó un piso de U$S 4.566 millones).

En 2022, el BCRA registró compras netas por U$S 5.824 millones de dólares. Es decir, por cada 4 dólares del superávit comercial sólo un dólar quedó en el BCRA. Mientras que las reservas brutas del BCRA sólo aumentaron en U$S 4.937 millones.

Si analizamos las reservas netas (descontando el swap chino, encajes de depósitos en dólares, préstamos del FMI y préstamos del Banco de Basilea), iniciaron el año con u$s 2350 millones y finalizaron el año 2022 en un nivel apenas por encima de los u$s 7000 millones.

Este ingreso “extraordinario de divisas” del superávit comercial (de bienes)  fue en parte compensado por la “cuenta corriente de servicios”. Durante 2022 se registró el segundo mayor déficit de divisas desde 2003 en el balance cambiario de “servicios”, que incluye la turismo (o pagos con tarjeta al exterior) y fletes, además de servicios financieros: U$S 10.106 millones. Hubo egresos por pago de servicios por U$S 17.763 millones e ingresos por solo U$S 7.657 millones.

Según el informe de Evolución del Mercado de Cambios (BCRA), el déficit por compras en el exterior (los dólares que gastan los argentinos en el exterior menos los dólares que los extranjeros traen al país, incluido turismo y compras por internet) tuvo un rojo de U$S 415 millones en diciembre pasado.

En el acumulado de 2022 alcanzó un déficit por compras en el exterior de u$s 6.811 millones. Mientras que en 2021 el déficit había sido solo de U$S 2.472 millones. Es decir, el déficit se incrementó en U$S 4340 millones.

Asimismo, hubo pagos de intereses de la deuda por u$s 5.575 millones (excluyendo los pagos al FMI) y cancelación de deuda de privados u$s 5.200 millones.

Adicionalmente, en diciembre pasado el número de compradores de los U$S 200 dólares dentro del cepo (al tipo de cambio oficial más el 30% impuesto PAIS y 35% de recargo a cuenta de impuesto a la Ganancias) aumentó 15% respecto a noviembre de 2022. Así, las compras netas de dólares alcanzaron los U$S 127 millones en diciembre y acumularon en todo 2022 compras netas por U$S 2.009 millones.

Con estos números, el superávit comercial de bienes es compensado en su totalidad por las suma de déficit de la cuenta corriente de servicios reales (incluye turismo y flete), demanda de dólar ahorro, y servicios financieros (pagos de intereses de deuda y cancelación de deuda privada).

La pregunta entonces es ¿cómo se consiguió incrementar las reservas? El punto clave son los desembolsos netos del FMI .

Durante 2022, el Gobierno cerró el acuerdo con el FMI y recibió más desembolsos que pagos efectuados al organismo internacional. Según los números oficiales del BCRA, el FMI realizó desembolsos por U$S 23.519 millones y el Tesoro Nacional realizó pagos de capital con FMI (con reservas del BCRA) por U$S 16.652 millones y canceló intereses por U$S 1.716 millones. Es decir, el BCRA tuvo un ingreso neto con el FMI de U$S 5.151 millones. En otras palabras, pese al superávit comercial, el BCRA no hubiese podido acumular dólares en las reservas si el FMI le giraba exactamente el importe para cubrir los vencimientos de capital e intereses con el propio organismo del año pasado.https://public.flourish.studio/visualisation/12630675/

¿QUÉ PASARA EN 2023?

En 2023 esta dinámica de desembolsos del FMI se da vuelta. En el cálculo anual el FMI realizará desembolsos por casi U$S 16.700 millones y el Gobierno deberá cancelar deuda (capital más intereses) por U$S 20.804 millones. Lo que dejará un “rojo” de pagos netos al FMI este año de U$S 4.118 millones por cubrir.

Un factor clave para el balance cambiario de 2022 fue el impacto del conflicto Rusia –Ucrania y la consecuente suba de los precios internacionales de la energía. En 2022, el rojo de la balanza comercial de energía cerró en los U$S 4.470 millones (en 2021 había sido de solo U$S 560 millones).

En 2023, se espera que el déficit energético se reduzca en 2.000/2.500 millones de dólares ya que se conjugan 3 factores. La actividad económica está sufriendo una desaceleración, el Gobierno ya comenzó a ajustar las tarifas de servicios públicos (incluidos luz y gas) y además, el precio internacional del gas cayó fuertemente (tras un invierno en Europa que tuvo temperaturas por encima del promedio histórico) que llevó a los precios a niveles pre-conflicto Rusia-Ucrania.

Vale señalar que, durante 2022, IEASA en las licitaciones de los buques re-gasificadores pagó el precio del GNL (gas natural licuado) importado entre u$s30 y 35 u$s el millón de BTU. Mientras que actualmente el precio se ubica entre 20 y 23 dólares el MM de BTU .Es decir, un 33,8% menos que el año 2022.

 Este ahorro en el plano energético es clave para compensar (en parte) el “efecto de la sequía”. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se estiman caída en las exportaciones agrícolas entre U$S 9.226 millones (escenario moderado) y U$S 14.115 millones (escenario de mayor sequía).

En resumen, en 2022 los desembolsos (netos) del FMI por más de 5.100 millones permitieron al gobierno acumular reservas. La dinámica de las exportaciones con precio internacional elevado, el dólar soja l y ll y las trabas a las importaciones (SIRA) no alcanzaron para cerrar la “brecha del balance cambiario” (demanda y oferta de dólares) . Para 2023 esto se revierte y el Gobierno debería tener U$S 4.000 millones extra solo para poder afrontar los pagos del Fondo Monetario Internacional. Además, la sequía complica aún más el panorama  (son U$S 10.000 millones menos) que puede ser compensado en parte por el achicamiento del déficit energético. Pero aun suponiendo este escenario faltan más dólares. Esa urgencia por conseguir dólares lleva a Massa a buscar la activación de swap con China y negociar con Brasil un financiamiento a un año de las importaciones. La “sabana” es corta y el tiempo apremia.