El BCRA seguirá administrando la escasez de dólares con el objetivo de llegar al 14-N (fecha de las elecciones) sin saltos abruptos en la cotización de los distintos dólares. Las dudas aparecen cuando se intenta proyectar el período post-electoral. Con cuántas reservas netas y con qué brecha cambiaria se llegará al día después son preguntas claves para la negociación del Gobierno con el FMI y para entender que pasará en la economía de 2022.
Si hay una constante en las últimas elecciones es el incremento en el proceso de “dolarización” de ahorros. La incertidumbre política “recalienta” la demanda del dólar (en todas sus cotizaciones), que es el refugio de valor para ahorristas minoristas y mayoristas. Siempre en la historia reciente, durante la previa electoral el BCRA pasa a tener una posición vendedora en el mercado oficial de cambios.
El año 2021, no va a ser la excepción a la regla y ya estamos observando que se exacerba el proceso de “dolarización”. El BCRA vende reservas para contener no solo al dólar oficial, sino que también para ponerle un “techo” a los “dólares alternativos”.
Por un lado, el “dólar oficial” se mantiene bajo control y está subiendo al ritmo más lento del año. Solo un 1% mensual para contener la inflación en el corto plazo.
En tanto, el mercado de los “dólares alternativos”, pese a la intervención vía venta de bonos (en cartera) del BCRA, continua con la tendencia de las cotizaciones en alza.
El “contado con liquidación”, que es el dólar legal al que acceden empresas y fondos de inversión para dolarizar sus carteras, cerró en 173,5 pesos el viernes pasado (con un máximo intradiario de $176,9) . El “dólar bolsa” alcanzó los 173,4 pesos por dólar. Mientras que el “dólar blue” volvió a 186 pesos – subió $5 desde el 13/9- y se aproxima al dólar record de $195. Sin embargo, ese “dólar de pánico” de octubre de 2020 (de $ 195) actualizado por inflación sería hoy un dólar de $280. En otras palabras, estamos lejos de esas cotizaciones de “pánico extremo” .
Así, la “brecha cambiaria” (diferencia entre el “dólar libre” y el dólar oficial) volvió a superar el 88%.
La intervención tiene un costo para el BCRA en términos de divisas. Entre octubre de 2020 y lo que va de septiembre de 2021 (hasta el 21/9) el BCRA ya vendió u$S 1.860 millones de dólares.
La mayor dolarización también se observa en la demanda del “dólar ahorro”. Según el último informe de la “Evolución del Mercado cambiario” del BCRA, correspondiente a agosto, las compras de “dólar billete” (neto de las ventas) para atesorar fue de u$s 124 millones, prácticamente se mantuvo en el nivel del mes previo. En agosto úlimo, l número de compradores de dólares pasó de 690.000 en julio a 697.000 individuos. El monto promedio de las compras netas del mes fue de 177 dólares per cápita Son números aún bajos, como consecuencia de las fuertes restricciones que se aplicaron la compra de dólar ahorro desde octubre del año pasado, para frenar la pérdida de reservas del BCRA.
En el siguiente gráfico se observa que en los años electorales (2013, 2015, 2017 y 2019) el BCRA registró ventas netas de dólares por u$S 4.657 millones (promedio) entre agosto/octubre, entre el mes de las PASO y la elección general. Si hacemos el mismo cálculo quitando el año 2019, cuando hubo una dolarización extraordinaria post-PASO, las ventas del Central igual alcanzaron los u$s 3.715 millones (entre agosto y octubre).
Esto muestra que la merma en el ingreso de dólares se da en simultáneo con un fuerte proceso de dolarización, que suele obligar al BCRA a vender un volumen muy importante de reservas.
Actualmente, las reservas netas del BCRA (sin incluir Swap de monedas con China, encajes bancarios, depósitos del Gobierno y préstamos con organismos internacionales) son apenas u$s 5.026 millones al 24/09 (último dato disponible).
El poder de fuego del Banco Central está muy limitado. Si tomamos el promedio de ventas de dólares en el mercado del dólar oficial por parte del BCRA (entre el 26/ 8 al 21/9) es de U$S 56 millones diarios. Y le sumamos otros 15 millones diarios por intervención en el mercado de los “dólares alternativos”, el BCRA está destinando U$S 71 millones diarios para contener la cotización de ambos dólares. De mantener este ritmo diario de ventas de reservas, el BCRA podría llegar a la fecha de las elecciones generales con apenas U$S 2683 millones. Es decir, la mitad de las reservas en menos de 40 días (hábiles) de campaña electoral que restan.
Esto implica que el BCRA debería vender las tenencias de oro o ajustar más el cepo importador para llegar al 14-N con este ritmo de intervención y evitar un salto de todos los dólares. Un dinámica insostenible. Por eso, en la última semana se empezó a restringir fuerte las autorizaciones de importación (SIMI), además de postergar pagos de importaciones ya autorizadas. Todo esto tiene un costo sobre la economía real, tanto en la escasez de insumos para la producción y el consumo local como en mayores precios en algunos sectores.
En el marco de la negociación con el FMI, llegar al 15 de noviembre con reservas netas en U$S 2.600 millones o “alquilarle” reservas a los importadores para contener a la cotización de los dólares y mostrar un nivel de reservas algo superior es mostrar una debilidad muy grande en el balance del BCRA. Además, la brecha cambiaria difícilmente baje de los niveles actuales por lo que el piso es el 88% hasta la fecha de la elección. Cuanto menos reservas queden en el BCRA para el día después, mayor la incertidumbre y las expectativas de devaluación. La campaña electoral le saldrá muy “cara” al BCRA.