El Gobierno jugó a una estrategia de dividir a los acreedores y “ neutralizarlos de a uno” . La intención era hacer una serie de canjes parciales (secuenciales), al estilo del video-juego “Pacman”, y cumplir con los umbrales mínimos de aceptación. El resultado fue inverso: 3 grupos de acreedores – Argentina Creditor Comitee, Ad-Hoc Bondholders y Exchange Bondholders- armaron un frente comú, le presentaron una contra-propuesta al Gobierno con un valor presente neto de 57 dólares (por cada u$s 100 de bonos). Frente a los 53,5 dólares en promedio que la oferta de Martín Guzmán y Alberto Fernández.
La noticia de la contra-propuesta de los 3 grupos de acreedores no cayó bien en la Casa Rosada. Sin embargo, las distancias entre la contra-oferta y la última propuesta de Guzmán son mínimas. En el caso de llegar a un acuerdo, el Gobierno se puede garantizar un porcentaje elevado de aceptación. El nuevo frente de acreedores tiene “en sus manos” un tercio de total de los bonos canjeables.
Vale señalar que la primer propuesta de Argentina era de 39 dólares (por cada 100 bonos) y solo tuvo un 12% de aceptación.
Según la consultora PXQ, que dirige Emanuel Alvarez Agis, ex viceministro de Economía de Cristina cuando Kicillof era el ministro, la diferencia en pagos entre los años 2021 y 2047 es de solo U$S 1.900 millones, entre la última oferta del Gobierno y el plus que pretenden los acreedores más poderosos.
La quita de la propuesta de los 3 grupos de acreedores respecto del perfil de vencimientos original sería de U$S 31.500 millones. Mientras que en la cuarta propuesta de Guzmán, presentada el 6 de julio pasado, la quita era de u$S 33.400 millones.
Para la consultora dirigida por Álvarez Agis, la diferencia en el valor presente neto entre las propuestas es de solo 3,5 dólares (por cada lamina de 100 bonos). La nueva propuesta de los acreedores sería de u$S 57 dólares vs u$S 53,5 de la última oferta oficial.
Tras conocerse el comunicado de los acreedores, Alberto Fernández dijo que “es imposible que nos podamos mover de esta oferta que hicimos porque es un esfuerzo muy grande”. En la misma línea, en un zoom en el Consejo de las Américas, ante empresarios norteamericanos, aseguró que Argentina ya había hecho “la mejor oferta posible” y les pidió a los acreedores que “ayuden a Argentina a salir de la postración”.
Mientras que el Ministro Guzmán salió a rechazar el comunicado del frente de acreedores y afirmó que “aceptar lo que piden algunos acreedores significaría someter a la sociedad argentina a más angustia, implicaría por ejemplo ajustar jubilaciones, y no lo vamos a hacer”.
Vale recordar que, pese a esas declaraciones, el Gobierno ya ha cedido aproximadamente en u$S 13.300 millones desde el inicio de la negociación. Si consideramos la diferencia entre la primer propuesta en abril y la última .
La contraoferta del frente de los 3 grupo de acreedores incluye una estructura similar a la oferta oficial. Pero con cupones de renta más elevados (3,4% anual contra 3,1% anual), un adelantamiento de meses en las fechas de pago de intereses (a enero y julio de cada año) y un límite a la estrategia del Gobierno de canjes parciales, llamada “Pacman”.
Además , la “nueva propuesta” aumenta el cupón de intereses del bono que capitaliza los intereses devengados de 1% anual a 4,9% anual. La propuesta plantea una quita de 3% para los bonos Globales (bonos M ) y ninguna quita para los bonos de la era K (bonos del canje 2005 y 2010).
El punto clave es que si no se llega un acuerdo con este frente común de acreedores, que dicen poseer un tercio de los bonos canjeables, sería casi imposible llegar a los porcentajes de aceptación mínimos para que el canje sea exitoso. La probabilidad de un “default duro” se incrementaría.