La dinámica inflacionaria dio un nuevo salto en marzo, el IPC-Nacional se disparó al 7,7% mensual. Es el mayor registro mensual desde abril de 2002 (10,4%). Así, la inflación acumula 104,3% en los últimos 12 meses. Los índices provinciales también aceleraron en marzo IPC Mendoza 8,3%, IPC Córdoba 8% y CABA 7,1%.Y las estimaciones de consultoras privadas para abril son preocupantes, ya que marcan una nominalidad en ascenso. La dinámica inflacionaria en el mediano y largo plazo está vinculada al desequilibrio entre oferta y demanda de pesos. En el arranque de 2023 el BCRA tiene casi “vedada” la emisión de pesos para asistir al Tesoro Nacional (tope de 0,6% del PBI). Sin embargo, continúa emitiendo fuertemente para pagar intereses de Leliqs y Pases ($800.000 millones mensuales). A esto se sumará la emisión adicional de 1 billón de pesos producto de las compras por “dólar agro”.
Según el INDEC, la inflación en marzo se disparó al 7,7%, respecto de febrero de 2023. Es el mayor registro desde abril de 2002, tras la salida de la convertibilidad. El número del IPC-Nacional se ubicó por encima de la expectativa del mercado (Relevamiento de expectativas de mercado del BCRA), que proyectaba un 7%% mensual. Así, el acumulado de los últimos 12 cerró en 104,3% interanual.
Los índices provinciales se dispararon en algunos casos arriba de 8% para marzo y los registros de inflación de alta frecuencia de las consultoras privadas están marcando una aceleración de los precios en abril.
Los relevamientos de consultoras privadas marcaron un incremento entre 2,5% y 3,1% en la primera semana de abril, lo cual aleja la posibilidad de desacelerar la inflación en abril por debajo del piso del 6/7% mensual. El IPC de Fiel registró un incremento de 3,1% en el índice general para la primera semana del mes y un acumulado de 7,6% en las últimas cuatro semanas. Para Orlando Ferreres & Asociados, la inflación general de la primera semana del mes fue de 2,8%. Y la consultora LCG estimó una inflación de alimentos de 2,48% para la primer semana y de 2,9% en las segunda semana de abril.
Analizar la emisión monetaria del BCRA es clave para entender la dinámica inflacionaria y cambiaria en Argentina. En 2020 y 2021 con el impacto de la pandemia el BCRA emitió más de 11% del PBI para cubrir los gastos vinculados con el covid y compensar la caída de la recaudación. Esto genero una aceleración en la dinámica de precios y salto en la “brecha cambiaria”, tras el levantamiento de las medidas de aislamiento.
El Central retiró exceso de pesos vía colocación de Leliqs –Letras de Liquidez- a los bancos para evitar una mayor aceleración inflacionaria y disparada de los “dólares alternativos” y la “brecha cambiaria”. Así, el stock de los pasivos remunerados se multiplicó, nominalmente, por 9: pasó de $1,3 billones en marzo de 2020 a $12 billones en abril de 2023.
El acuerdo con el FMI redujo fuertemente la emisión “directa”para financiar el déficit fiscal (adelantos transitorios y transferencia de utilidades) a solo 1% del PBI en 2022 y 0,6% del PBI en 2023.
El BCRA cumplió con lo planteado en el acuerdo con FMI en 2022. Sin embargo, continuó con el financiamiento monetario “indirecto”: emisión para compra de bonos en pesos (más de $2,1 billones entre junio y diciembre de 2022) y emisión para comprar dólares de los programas “Dólar soja l y ll” ($1,65 billones de pesos).
Además, existe una emisión “endógena” de pesos generada por los pagos de los intereses de las Leliqs y los Pases. En 2021, el BCRA pagó $1,34 billones a los bancos en concepto de intereses de Leliqs y Pases, equivalente a 2,9% del PBI. El año pasado, el pago de intereses de los pasivos remunerados del BCRA fue el primer factor de expansión monetaria. El BCRA pagó intereses de Leliqs y Pases a los bancos por $3,3 billones (4,1% del PBI) contra una emisión para asistir al Tesoro Nacional de $ 620.000 millones. Prácticamente, por cada peso que emitió el Central para asistir al Tesoro imprimió casi 5 pesos para pagar intereses a los bancos.
El año 2023 arrancó con una dinámica similar a 2022. El financiamiento directo con emisión monetaria tiene un tope de 0,6% del PBI (solo $ 883.000 millones). El BCRA tiene al menos tres factores que explicaran la expansión monetaria. 1) Emitirá para pagar intereses de pasivos remunerados (Leliqs y Pases), 2) emitirá moneda local para comprar dólares (y recomponer reservas netas ) , y 3) emitirá pesos para evitar que caigan las paridades de los bonos en pesos. Estas últimas dos opciones las utilizará menos que la emisión por “pago de intereses”.
La emisión para comprar dólares se concentrara en los próximos 45 días con la vigencia del “dólar agro”. Según nuestros cálculos, las liquidación de divisas será de U$S 5.000 millones (a $300) y el BCRA venderá U$S 2.000 millones aproximadamente. Esto implicará una emisión cercana al billón de pesos.
Además, si suponemos que el BCRA sigue aumentando la tasa de interés de referencia para las Leliqs y los Pases (tasa de interés efectiva), acercándola a la inflación mensual, Para que los bancos paguen tasas más altas por los plazos fijos y los depositantes no corran al dólar libre y disparen la brecha cambiaria, La cuenta de intereses podría llegar a superar los $900.000 millones mensuales (en marzo marcó un record de $800.000 millones) y los intereses pagados totales alcanzar los 11 billones de pesos.
En lo que va del 2023, el BCRA pagó intereses de Leliqs y Pases por $2,25 billones, la emisión por compra de bonos en pesos es de $ 400.000 millones y la asistencia directa al Tesoro Nacional se ubica en tercer lugar con solo $ 130.000 millones. El resto de los factores fueron contractivos en términos monetarios. Entre enero y abril, el BCRA retiró pesos vía venta de dólares al Tesoro y al sector privado por $ 970.000 millones. Y por colocaciones de Leliqs y Pases “aspiró” un total de $ 1,9 billones.
En resumen, la inflación ya subió otro escalón y está más cerca de una tasa de 7% mensual (125% anualizada) que de 6% mensual. Este fenómeno se está dando con un super cepo de importaciones por la falta de reservas en el BCRA, que impacta en precios (especialmente de insumos y productos importados) y en el nivel de actividad (generando diversos “cuellos de botella” en la producción. Y además, hay que agregar la implementación del “dólar soja” que incluye una cotización de dólar diferencial para productos (que a diferencia de la soja) que se destinan al consumo interno. Es decir, agrega más presión a los precios internos.
Todos estos se agrava con el deterioro en el balance del BCRA, que mensualmente tiene una emisión endógena de al menos $800.000 millones de intereses de Leliqs y Pases y que se le sumará un billón extra de “dólar agro” en los próximos 45 días, elevando las expectativas de inflación y devaluación.