Los cuatro riesgos del verano para el plan Milei

El Gobierno llega a fin de año con un balance positivo en materia económica. La actividad rebotando, la inflación debajo del 3% mensual, los salarios privados están recuperándose y la pobreza está bajando. En el plano cambiario y financiero, la brecha cambiaria (dólar oficial y el contado con liquidación) se ubica por debajo del 15%, el banco central continúa comprando dólares y el riesgo país en 650 puntos. Hace un año era difícil anticipar un cierre de año de esta manera. Pese a los números positivos, hay riesgos que deberá sortear el Gobierno para consolidar el proceso de estabilización y terminar de normalizar la economía.

Los cuatro riesgos que deberán sortear el equipo económico en el verano son: 1) El final de “carry trade” y la Intervención continua del BCRA en los dólares financieros vía “dólar blend”, 2) La oferta de dólares en el mercado local una vez pasado el “efecto blanqueo” 3) La Crisis de Brasil y 4) El Efecto Trump con su impacto en la “fortaleza del dólar”.

1.INTERVENCIÓN DEL BCRA

En el arranque de diciembre la cotización del dólar financiero hizo “piso”, el “contado con liqui” llegó a cotizar a $1.060 por dólar y luego rebotó más de $100.

A principios de diciembre,  el propio Milei hizo declaraciones a los medios que implicaban un reconocimiento del atraso del dólar. Dijo que era un problema para la economía real si continuaba bajando el dólar. A eso se le sumó la baja en la tasa de interés del Banco Central y la crisis de Brasil, que en conjunto revivieron las cotizaciones de los dólares financieros.

Rápidamente, el equipo económico y el BCRA pasó de preocuparse por el “piso” a jugar a fondo para ponerle un “techo” a la cotización del dólar.

¿Final del carry trade?

En el acumulado del mes de diciembre, el dólar MEP tuvo un incremento del 8%. Mientras que el contado con liqui alcanzó los $1.166, con una suba del 5,1%. Así, en pocos días, el repunte del billete estadounidense neutralizó el rendimiento acumulado de 2 meses de inversión en pesos.

Hay dos tipos de estrategias de “carry trade”. Una es la que realizan exportadores e importadores con acceso al mercado del dólar oficial, quienes aprovechan el crawling peg al 2%  contra la tasa de pesos de instrumentos como las Lecaps o plazos fijos, que está por encima del 3%  mensual. Este “carry trade” continua firme. Sin embargo, los inversores financieros que operan contra el MEP o el contado con liquidación, ya no tienen asegurado el rendimiento en dólares. Esto agrega algo de incertidumbre al mercado. Por eso, el BCRA salió a intervenir para reducir la volatilidad y también para evitar que el proceso de desinflación se frene. Pero ahora, uno de los riesgos es que el BCRA tenga que intervenir continuamente para frenar la cotización del dólar financiero –por encima de la oferta del 20% de las exportaciones que se vuelcan al contado con liqui a través del “dólar blend”.. ,  y que el mercado pase a precios la expectativa de una mayor brecha cambiaria.

2. CRÉDITO EN DÓLARES Y OFERTA DE DOLARES EN EL MERCADO OFICIAL

Otro de los riesgos es que el ritmo de crecimiento de créditos en dólares se reduzca y complique el proceso de acumulación de reservas del BCRA.

Con el blanqueo de capitales, el stock de depósitos en dólares creció en U$S 16.000 millones, alcanzando, a fines de octubre, un stock total de depósitos de U$S 34.600 millones. Esa mayor disponibilidad de dólares, permitió expandir el crédito en dólares al sector privado. Mientras que esos dólares fueron vendidos del merado oficial de cambios (MULC), lo que permitió que el Banco Central comprara dólares para incrementar sus reservas netas.

Entre del 14/8 y el 18/12, el stock de créditos en dólares se incrementó en U$S 3.476 millones. Mientras que las compras acumuladas del BCRA fueron U$S 4.772 millones para ese mismo período.

Sin embargo, desde el 31/10 el stock de depósitos disminuyó en más de U$S 3.000 millones de dólares. Si no se estabilizan, los bancos serán más reacios a expandir el crédito en dólares para la prefinanciación de exportaciones y las compras de dólares del Banco Central se estancarán, al menos hasta el ingreso de la nuevo cosecha gruesa entre marzo y abril.

3. CRISIS DE BRASIL

El dólar en Brasil acumula una suba de 27,8%, alcanzando los R$ 6,2 reales, Dicha disparada se dio a pesar de la suba de la tasa de interés de referencia de 11,25% a 12,25% anual (con sólo 4% de inflación anual) y a una intervención récord del Banco Central  de más U$S 20.000 millones para contener la corrida. La incertidumbre política y el incremento en déficit fiscal del gobierno de Lula da Silva son las principales causas de ese movimiento del dólar.

Esto afecta directamente a Argentina, ya que es el principal socio comercial. Si la presiones devaluatorias continúan en Brasil y el dólar supera los R$ 6,5/ R$7 será muy difícil que la crisis no arrastre a Argentina.

El primer efecto se verá en el verano con el déficit en el balance turístico, con el éxodo de argentinos a las playas brasileñas. Pero mucho más importa es el efecto sobre la balanza comercial bilateral y los sectores profuctivos argentinos. Con un tipo de cambio real bilateral casi tan bajo con en el final de 2001 y la economía argentina creciendo alrededor de 5%, las importaciones con arancel cero dentro del Mercosur, se dispararán mientras que las exportaciones industriales (el 60% se destinan a Brasil) sufrirán los efectos no sólo de un país muy caro en dólares sino también de la desaceleración de la economía del socio mayor.

El peor escenario es si la crisis política y económica escala, y se transforma en una crisis institucional. Y termina con una aceleración inflacionaria y caída del PBI brasilero. Esto impactaría fuertemente en Argentina.

4.EFECTO TRUMP

El riesgo Trump tiene que ver con su programa económico. Básicamente, la duda es si el presidente de Estados Unidos va empezar a corregir el déficit fiscal de más de 7% del PBI (en 2024) y que política monetaria aplicará la FED.

Está claro que si Trump intenta “fogonear” a la economía norteamericana y no achica el déficit fiscal. es probable que el proceso de desinflación sea más lento y esto implique se mantendrían tasas de interés más elevada por más tiempo.

Este escenario es que está descontando el mercado, ya que el Dollar Index ( que marca la apreciación o depreciación del dólar contra una canasta de monedas) subió desde 100 en el arranque de octubre, antes del triunfo de Trump, hasta 108 en estos días.

Es decir, el dólar se fortalece contra las monedas a escala global. Dicho de otro modo, la Argentina –que está atada al dólar– se encarece todavía más frente al Euro, el yuan Chino o el yen japonés. Pero esa apreciación del dólar en general supone también una caida del precio de las commodities, medidas en dólares, lo cual encendería una luz de alerta adicional. De hecho, desde el inicio de la gestión Milei la cotización de la soja cayó de casi 500 dólares la tonelada a unos 350 dólares, una caida del 30% respecto del arranque de 2024.