Qué hay detrás del 2,2% de inflación de junio

Según el INDEC, la inflación de junio se ubicó en el 2,2%, respecto a mayo. Por encima del 2% proyectado por las consultoras que participan del REM (Relevamiento de Expectativas del Mercado) del Banco Central. La inflación acumulada del primer semestre de 2020 fue de 13,6%, el registro más bajo desde 2017.

Pese al derrumbe de la actividad económica por la pandemia y las medidas de aislamiento obligatorio, el dólar oficial con micro-depreciaciones, las tarifas congeladas (incluidos combustibles) y el congelamiento de la “puja distributiva”, con salarios del sector privado que cayeron en términos nominales después de 18 años, la inflación comenzó a subir muy lentamente, por primera vez desde el inicio de la pandemia.

Luego de 2 meses consecutivos de 1,5% mensual -en abril y mayo-  llegó a 2,2% mensual en junio. En tanto, la inflación interanual acumuló 42,8%, 13 puntos porcentuales menos que 12 meses atrás.

Los rubros que más subieron en junio fueron: “Prendas de vestir y calzado” (6,6%);  “Recreación y cultura” (4,2%) ;“Equipamiento y mantenimiento del hogar” (4,1%) y “Bebidas alcohólicas y tabaco” (3,8%).

En tanto, la “inflación de alimentos” en junio fue de sólo  1% ( 1,2 puntos por debajo de la inflación general) respecto  de mayo.  En el acumulado del primer semestre de 2020 , la inflación de alimentos fue de 17,2%, mientras que la inflación general fue de 13,6%.

Unos de los factores que le permitió al Gobierno mantener a la inflación bajo control fueron los precios regulados (que incluye tarifas de las empresas de servicios públicos) . Vale señalar, que las tarifas de servicios públicos vienen “congeladas” desde abril del 2019  iniciada la campaña electoral de Macri. Y que Fernández mantuvo desde el inicio de su mandato .

Por ello, el índice de precios regulados comenzó a mostrar una variación divergente respecto al índice general del IPC-Indec. Mientras los precios regulados suben a un ritmo de 25,2% interanual, el IPC general crece al 42,8% interanual  en junio .  –ver gráfico-

Esta separación entre ambas líneas tiene un impacto por el lado fiscal, ya que incrementa el gasto en subsidios económicos. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso , en el primer semestre de 2020, el gasto en subsidios económicos ascendió a 217.800 millones de pesos. Es decir, un 88% más que en mismo período de 2019.

Las proyecciones de inflación para julio son de 2,5% mensual -según el REM de mercado del BCRA-  En agosto se espera una aceleración a 3% mensual para terminar en diciembre en 4,2% mensual. Con lo cual la inflación, punta a punta , de 2020 cerraría en 40,7%.

Las proyecciones de inflación están muy atadas a lo que pueda ocurrir con la negociación de la deuda. Es clave en la segunda mitad de 2020 evitar un “default duro”, ya que podría disparar las expectativas de devaluación, aumentado la presión sobre el dólar oficial y disparando la brecha cambiaria (entre el dólar oficial y los “dolares alternativos”).

Por otra parte, también es muy relevante como evoluciona la pandemia y si se presentan eventos que obliguen al Gobierno a volver a medidas duras de aislamiento obligatorio.

Bajo ese escenario el BCRA debería seguir emitiendo pesos para cubrir el deficit fiscal (financiar los programas ATP e IFE). Y ese “desborde monetario”, si no es “esterilizado” por la autoridad monetaria , podría ser muy desestabilizante para la tasa de inflación.