La verdad detrás de la guerra entre el Gobierno y las tarjetas de crédito es ésa. Hay un proyecto de ley en el senado que impulsa CAME y algunas cámaras comerciales que quieren bajar la comisión, que por el uso de la tarjeta le cobran las empresas a los comerciantes del 3% al 1,5%. Pero el tema de fondo: para el Gobierno el problema fundamental es la interna entre el presidente del Banco Central Federico Sturzenegger y el ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay, que los dos piensan que las tarjetas de crédito vendiendo con 12 cuotas sin interés están inflando los precios de la economía.
Hay 6 comisiones que se cargan al precio y eso lo está pagando, insisto, el que va y paga al contado o el que lo hace en una cuota. ¿Qué quiere el Gobierno? Que se transparente. Si vos comprás al contado o en una cuota con tarjeta que el precio sea más bajo; el que paga en 12 cuotas sea en más caro o se explicite el interés que se paga.
Hay una interna en el Gobierno porque esto es lo que quieren Sturzenegger y Prat Gay, pero por el otro lado, Francisco Cabrera, el ministro de Producción, está extendiendo el Ahora 12 por todos lados. Lo que pasa es que esto sostiene la venta en algunose sectores en un momento de recesión. El Ahora 12 mueve hoy $5.600 millones por mes. Es el 20% de lo que facturan las tarjetas, es un montón de plata.
Hay que ver cómo se define el Gobierno, porque en última instancia, si prima la posición de Economía y del Banco Central tal vez sean los últimos meses de la venta del Ahora 12.