Con el dólar libre quieto, suben depósitos en pesos y se disparan los ajustados por inflación

El stock de plazos fijos privados es de casi 4,3 billones de pesos, equivalente a u$s 22.980 millones a la cotización de los “dólares alternativos”. El BCRA viene subiendo la tasa de interés de referencia (Leliqs) de 38% en enero a 44,5% en marzo (+ 6,5 puntos porcentuales) para contener a la “brecha cambiaria” y evitar una mayor aceleración inflacionaria. También elevó la tasa mínima de rendimiento de los depósitos a plazo fijo tradicionales (minoristas) a 43,5% anual .Los depósitos en pesos crecieron desde comienzo del año por encima de la inflación. Pero los ahorristas se volcaron especialmente a los plazos fijos UVA (ajustan por inflación) para cubrirse de la disparada inflacionaria, tras el levantamiento de las “anclas” cambiaria y tarifaria.

El acuerdo con el FMI le exige al BCRA tasas de interés reales positivas .Tasa de interés que le ganen a la inflación o al menos que se aproximen lo máximo posible a ese objetivo. El mes pasado el BCRA subió la tasa mínima de los depósitos a plazo fijo tradicionales a 43,5%. Sin embargo, la aceleración de la inflación de 4,7% mensual en febrero a más de 6,3% en marzo deja al rendimiento de los depósitos a plazo fijo nuevamente por debajo de la inflación.

Por el aumento de expectativas de inflación, los plazos fijos UVA aumentaron su rendimiento nominal mucho más que el plazo fijo tradicional.

En marzo se registró un “boom” de depósitos a plazo fijo UVA. Los depósitos a plazo ajustados por inflación crecieron 15,6% y en los últimos 30 días 18,6%. Mientras que los plazo fijos tradicionales crecieron 7,3% el mes pasado (y 6,6% en los últimos 30 días).

Hacia la segunda mitad del año la inflacion debiera desacelerarse, más aun si el BCRA cumple con la meta monetaria de asistencia al Tesoro Nacional (solo 1% del PBI de emisión monetaria). Es probable que con el “fogonazo” inflacionario de marzo y abril, el BCRA se vea obligado a subir nuevamente la tasa de interés de referencia (actualmente en 44,5% anual) y la tasa de interés mínima de los depósitos a plazo fijo (hoy en 43,5% anual).

Actualmente, un depósito minorista (menos de $10 millones) a plazo fijo paga un tasa efectiva anual (reinvirtiendo capital e intereses todos los meses durante un año) de 52,8% anual. Esto significa una tasa efectiva mensual de 3,6%. Todavía por debajo de la inflación. Es lógico entonces el comportamiento de los ahorristas minoristas de cubrirse colocándose en plazo fijos ajustados por inflación.

Tasa vs Dólar

Al comparar el plazo fijo UVA contra  movimiento de los dólares alternativos y el “dólar libre” se observa que el que hizo el plazo fijo UVA a inicio de 2022 tuvo un mayor rendimiento. Los dólares alternativos acumulan una caída entre 3,5% y 5,5% en lo que va del año. Mientras que la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) subió 13% en los que va de 2022  (hasta el 8/4). De otro modo: el ahorrista que se colocó en plazo fijo UVA gano más de 16% en dólares en lo que va del año.

Actualmente, hay 4,3 billones de pesos (casi u$S 23.000 millones) en depósitos a plazo fijo del sector privado. Si una parte significativa intentase cubrirse en moneda dura ante un evento que “gatille” las expectativas de los ahorristas, podría aumentar notablemente la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los “dólares alternativos” en blanco (dólar bolsa y contado con liquidación) o el dólar blue en el mercado informal.

 Por el acuerdo con el FMI, que fija como condición clave la meta de acumulación de reservas, el BCRA no tiene margen para intervenir en el mercado de cambios ni en la “brecha cambiaria” como lo hizo en 2021. Por eso, el Fondo exige seguir subiendo la tasa de interés ante la aceleración inflacionaria. Pero el ajuste de la tasa de interés, incrementa la factura de intereses de las Leliqs que el Banco Central paga a los bancos, para que éstos a su vez remuneren mejor a los depositos y los disuadan así de correr al dólar. Para este año, el pago de intereses de las Leliqs y Pases del BCRA, vía emisión monetaria, superaría los $2 billones (casi 3% del PBI). 

Ahora, si analizamos la evolución de los depósitos a plazo fijo tradicionales mayoristas y minoristas (menores a un millón de pesos), se observa que en el primer trimestre de 2022, los depósitos a plazo minoristas (+14,4%) subieron más lento que los plazo fijo mayoristas (+29,1%), en términos nominales.

 En marzo pasado, los depósitos a plazo fijo minoristas solo subieron 5,5%. Mientras que los mayoristas subieron a 8,5%. El stock de depósitos minoristas está creciendo a la par de la inflación. Del total de los depósitos a plazo fijo en pesos, el 83,6% están colocados en plazos entre 30-59 días (en la previa al Covid-19 era 70%). Es decir, a muy corto plazo y la mayor parte está concentrado en manos de inversores mayoristas (77% del total).