Tras la suspensión de la fórmula de movilidad de jubilaciones y pensiones en 2020, con el último ajuste de 5% para diciembre – vía decreto del Poder Ejecutivo-, todos los haberes quedarán por debajo del ajuste de la fórmula anterior (42,1%) y ninguno superará a la inflación de 2020, que estará cerca del 37% este año. El Gobierno dio a conocer la “nueva fórmula “ de ajuste a partir de 2021 en base a salarios (RIPTE) y la recaudación de la seguridad social. La sorpresa es que habrá un “desfasaje” de un trimestre en la actualización de las jubilaciones y que ese 5% que recibirán en diciembre será considerado como “un pago a cuenta” del aumento de marzo de 2021.
Por si eso fuese poco, por el impacto de pandemia en la tramitación de las jubilaciones en 2020 hubo 132.000 altas menos que en los años previos.
Sin dudas los haberes de los jubilados y pensionados seguirán siendo la “válvula” de ajuste de las cuentas fiscales.
Al mes de diciembre, con la ley de movilidad previsional suspendida y ajustes discrecionales en los haberes de jubilados y pensionados -vía decreto del Poder Ejecutivo- , considerando los aumentos por decreto dispuestos en marzo (13% para la jubilación mínima y 2,3% más suma fija de $1500 para el resto), junio (6,12%) , septiembre (7,5%) y el 5% a partir de este mes, todos los haberes jubilatorios quedarán por debajo de lo que correspondía por la ley de movilidad (sancionada en diciembre de 2017 durante la gestión de Mauricio Macri) de 42,1%. Además todas las jubilaciones quedarían por debajo de la inflación estimada del 37% para 2020. En el mejor de los casos, si la inflación de este año fuera de 35% (para eso se necesita en noviembre y diciembre una inflación de 3% inferior a la de octubre), sólo las jubilaciones mínimas logarían empatarle a la inflación y el resto seguirían perdiendo fuertemente.
Vale señalar, que la movilidad previsional vigente en 2018 y 2019 se realizaba trimestralmente por un cálculo que combinaba 70% por variación por inflación (IPC) y un 30% por variación de salarios (RIPTE).
La nueva fórmula para la actualización de las jubilaciones, que entrará en vigencia en 2021, será en base a la evolución de los salarios (medidos por el índice RIPTE- Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) y a la evolución de la recaudación previsional (aportes personales y contribuciones patronales). El ajuste será semestral , con aumentos en marzo y septiembre de cada año es similar a la actualización vigente entre los años 2009 y 2017.
El primer ajuste con la nueva fórmula será en marzo de 2021. La sorpresa para los jubilados es que el Gobierno en el proyecto de ley de movilidad previsional, incluyó un artículo por el cual el aumento que otorgó por decreto en diciembre (de 5%), será considerado “a cuenta” del aumento de marzo.
La lógica del Gobierno es que el ajuste de marzo de 2021 tomará en base la evolución de salarios (RIPTE) y de la recaudación previsional del segundo semestre de 2020 (agosto- diciembre 2020). Por ello, considera que el aumento de marzo deberá descontar el 5% recibido por los jubilados en diciembre.
Vale señalar, que la fórmula anterior sancionada en la gestión Macri tenia una ajuste trimestral que se basaba en evolución de precios (IPC) y salarios (RIPTE) con un rezago de 6 meses. Es decir, el ajuste de diciembre correspondía a la variación de precios y salarios del segundo trimestre de 2020.
Además de ser una modificación retroactiva en el sistema previsional, que será motivo de una avalancha de litigios contra el Estado Nacional, los jubilados tendrán un trimestre perdido producto del “desfasaje” de las fórmulas de ajuste.
Por último, el gasto en jubilaciones tuvo un recorte producto de la pandemia, Ya que las medidas de aislamiento y la limitación en la atención al público, retrasaron los trámites de jubilaciones. Hasta septiembre, sólo hubo 79.086 altas nuevas en el sistema integral previsional argentino (SIPA). A este ritmo terminará el año con 105.000 jubilados “nuevos” en 2020.
Mientras que el promedio de altas anuales en el SIPA (Sistema Integral Previsional Argentino) es de 237.000 beneficiarios. Es decir, en 2020 habrá 132.000 jubilaciones menos de los que correspondería en un “año normal”. (El pico de altas de jubilaciones de 2015 se debió a la ley de moratoria previsional de 2014, que implico que el 88% de las altas de ese año fueran por moratoria).
Si calculamos que el haber medio de las jubilaciones se ubica en 28.720 pesos mensuales, el “ahorro fiscal” de este año por esas menores altas de jubilaciones será de casi $3.800 millones mensuales, poco más de $ 49.000 millones anuales contando los aguinaldo.