Caen los plazos fijos “tradicionales” y crecen los UVA: riesgos en el escenario electoral

Una de las variables claves a seguir a medida que nos acercamos a las elecciones legislativas es la evolución del stock de depósitos en plazos fijos en pesos. El stock de plazos fijos privados es de casi 2,9 billones de pesos, equivalente  a u$s 17.500 millones a la cotización de los “dólares alternativos”. A diferencia de los meses previos, en mayo, la falta de atractivo de los plazo fijos tradicionales con la tasa de interés (mínima) de 37% anual (3,04% mensual) frente a una inflación que promedió 4,1% mensual (desde diciembre de 2020), llevó a no renovar parte del stock de depósitos.

Actualmente, hay 2,9 billones de pesos en depósitos a plazo fijo del sector privado. Si una parte significativa intentase cubrirse en moneda dura por la incertidumbre política en la previa a las elecciones legislativas, podrían aumentar notablemente la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los “dólares alternativos” en blanco (dólar bolsa y contado con liquidación) y en el mercado informal (blue). Eso obligaría al BCRA a intervenir fuertemente, sacrificando reservas y bonos en cartera, para controlar a la “brecha cambiaria”, y derivaría en una nueva crisis cambiaria.

En el último mes se observó un estancamiento y luego caída en el stock de los depósitos a plazo fijo en pesos tradicionales. Sin embargo, el efecto negativo fue compensado por la suba en los plazo fijo UVA , que ajustan por inflación.

Esto muestra que los ahorristas frente a elevadas y persistentes tasas de inflación prefieren no renovar los plazo fijo tradicionales y buscar otros instrumentos que los cubran frente a la suba de precios, o directamente se dolarizan.

En 2020 el BCRA fijó una tasa mínima para depósitos a plazo fijo menores a un millón de pesos para evitar una mayor dolarización de ahorros. En abril de 2020, la tasa de interés era de solo 26,6% anual, en junio pasó a 30% anual. Ya para agosto se elevó a 33% anual y en noviembre se registró la última suba que alcanzó el 37% anual para minoristas y 34% para depósitos mayoristas (más de 1 millón de pesos).

Desde el mes de noviembre,  la inflación comenzó a acelerarse y promedió 4,1% entre diciembre y abril (último dato disponible), mientras que el BCRA mantuvo sin cambios la tasa de interés mínima .

En el arranque de 2021 tanto los depósitos a plazo minoristas como mayoristas continuaron creciendo. Entre enero y abril de 2021, el stock de plazos fijos del sector privado creció un 23,1%. Pasó de $2,21 billones a $2,72 billones.

En ese mismo período hubo un salto en los depósitos a plazo UVA de 126,4. De $56.681 millones pasaron a $128.306 millones.

Sin embargo, en el mes de mayo los depósitos a plazo fijo tradicionales registraron una caída en términos nominales de 0,6%  por primera vez en el año (ver gráfico).

Si bien la caída fue compensada por el dinamismo que mantuvieron los plazos fijos UVA, es una señal de alerta frente a lo que puede venir en la previa electoral.

El mes pasado, los depósitos a plazo que ajustan por inflación aumentaron en 18% su stock. Pasaron de $128.300 millones a $151.600 millones. En términos de participación en el stock total de los plazos fijos UVA ya explican el 4,9% del total de depósitos privados a plazo. Mientras que en diciembre de 2020 la participación era del 2,4%.

Los depósitos a plazo fijo tradicionales desde noviembre que no tienen una suba en la tasa de interés mínima: está fija en el 37% anual (3,04% mensual). Además, no hubo un solo mes (desde la última suba en la tasa de interés) que le hayan ganado a la inflación minorista.

Del total de los depósitos a plazo fijo en pesos, el 80,4% están colocados en plazos entre 30-59 días (en la previa al Covid-19 era 70%). Es decir, a muy corto plazo y la mayor parte está concentrado en manos de inversores mayoristas (70,5% del total).

Actualmente, las expectativas de inflación – según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) elaborado por el BCRA –  se ubican en 43,3% para los próximos 12 meses. Es decir, 6,3 puntos porcentuales por encima del rendimiento de los depósitos a plazo fijo. Mientras que la inflación proyectada para 2021 supera el 48%.

A medida que se acerquen las elecciones, es lógico (según lo que muestra la historia en elecciones anteriores) se se acelere el proceso de dolarización de ahorros (ahora a los dólares alternativos) y si la tasa de plazos fijos sigue perdiendo frente a la inflación se corre el riesgo de potenciar ese proceso de dolarización. Habrá que ver qué hace el Banco Central en las próximas semanas.