A cuatro meses de las primarias abiertas y obligatorias, el kirchnerismo camina con optimismo hacia los comicios.
La tropa de la Presidenta festeja la decisión del fiscal de la Cámara de Casación Javier De Luca, que sepultó la denuncia de Alberto Nisman antes de investigarla.
De Luca integra la agrupación Justicia Legítima, que surgió en respaldo a la reforma judicial que impulsaba la Casa Rosada.
Desactivada la acusación de Nisman contra Cristina Kirchner por encubrir el atentando a la AMIA, ahora la familia presidencial respira aliviada. De ahora en más sus esfuerzos se concentrarán en impedir que avance la investigación por los hoteles de El Calafate, a cargo del juez Claudio Bonadío.
En el frente electoral, el kirchnerismo busca instalar la idea de que no perdió el domingo pasado. Sin embargo, los resultados de los últimos diez días comienzan a insinuar un desplazamiento dentro de las filas del Frente para la Victoria.
Los candidatos del PJ en Salta, Santa Fe y Mendoza no provienen de las filas del cristinismo: tienen una historia anterior en el peronismo y se sienten representados por Daniel Scioli.
El postulante del PJ mendocino tiene vínculo con Scioli a través de Juan Carlos Mazzón, el operador presidencial que Cristina echó por dejar a La Cámpora afuera de las listas en su provincia.
La potestad de la Presidenta se concentra en la Capital Federal -donde el gobernador bonaerense tuvo que bajar a su amigo Gustavo Marangoni- y en la provincia de Buenos Aires, la madre de todas las batallas.
¿Caminará manso el kirchnerismo detrás de la candidatura de Scioli o Cristina volverá a darle aire a Florencio Randazzo para condicionar al ex motonauta?