El primer test electoral del año aceleró los tiempos de la campaña y dejó ganadores y perdedores. El triunfo de Juan Manuel Urtubey en Salta llenó de optimismo al gobierno nacional.
El gobernador en funciones obtuvo el pasaporte para su tercer mandato consecutivo y postergó las ilusiones de su rival Juan Carlos Romero. Ex compañero de fórmula de Carlos Menem, Romero –que también gobernó durante tres períodos en la provincia- era el candidato que contaba con el respaldo de Sergio Massa.
La apuesta del líder del Frente Renovador también incluía al rey de la soja Alfredo Olmedo y lo ubicó del lado de los perdedores en la pelea principal. Sin embargo, Massa también festejó por haberle ganado al delfín de Mauricio Macri en la capital de la provincia, cuando muy pocos lo esperaban.
El triunfo de Urtubey generó una euforia manifiesta en la Casa Rosada. Daniel Scioli, Florencio Randazzo, Sergio Uribarri, Aníbal Fernández, Wado de Pedro y Agustín Rossi viajaron hasta La linda para levantarle la mano al vencedor. La buena onda era tanta que Daniel y Florencio posaron juntos para un fotógrafo de la agencia Télam, alimentando las versiones de una fórmula conjunta.
A los 45 años, Urtubey está más cerca del proyecto presidencial de Scioli que de la dirigencia camporista. Sin embargo, la Presidenta no desaprovechó la oportunidad de acogerlo en la Casa Rosada. En su proceso de conversión vertiginoso hacia el kirchnerismo puro, Scioli se mostró junto a Milagro Sala, la dirigente de la Tupac, que tiene un peso decisivo en Jujuy y acumula denuncias de la oposición.
¿Se repetirá el escenario de Salta en las cuatro elecciones que se realizarán antes de que termine abril? ¿O el gobierno empezará a verle la cara a la frustración en Santa Fe, Mendoza, Neuquén y la ciudad de Buenos Aires?