En el segundo día de la semana, el dólar volvió a subir en el mercado paralelo. Llegó a tocar los $15 y la brecha con el dólar oficial superó el 60%. La semana pasada el gobierno Nacional había apelado nuevamente al manual de la ortodoxia: subir las tasas de interés para los plazos fijos y anclar el dólar oficial con la venta de reservas del Banco Central.
Sin embargo, la receta de Axel Kicillof y del presidente del Banco Central Alejandro Vanoli, esta vez, no dio resultado. Tampoco, la decisión de entregar a la clase media un récord de dólares baratos autorizados por Afip. Durante el mes de julio, el llamado dólar ahorro superó la barrera de los 650 millones. Mientras en la city la divisa escalaba, en Córdoba el coloquio de industriales ponía el grito en el cielo por el atraso cambiario que, según afirman, ya ronda el 25%.
Como si fuera poco la devaluación en Brasil y el derrumbe de la bolsa en China presionan sobre el tipo de cambio en Argentina. En Brasil, el dólar volvió a subir y el real se ubicó en los valores más bajos de los últimos doce años. Decidido a seguir subsidiando la clase media con la venta del dólar ahorro hasta las elecciones, el equipo económico busca compensar la pérdida de divisas. Por eso, la misión oficial apunta a activar un nuevo tramo del swap con China para frenar la sangría en las reservas.
La Casa Rosada apuesta a obtener el equivalente a por lo menos 5.000 millones de dólares más para llegar hasta diciembre. Mientras los operadores de Kicillof negocian, los candidatos no ayudan a recrear expectativas. Mientras Daniel Scioli y Mauricio Macri les prohíben a sus economistas hablar de sus planes para el futuro, Sergio Massa afirma que el kirchnerismo volverá a devaluar después del 9 de agosto.
