Las últimas medidas del Banco Central, que ratifican que se potenciará el apretón monetario y las altas tasas de interés para intentar contener la inflación y el dólar, anticipan que se demorará aún más la salida de la recesión. El motivo es que el crédito continuará derrumbándose, como muestran los datos del BCRA hasta marzo y proyectan las consultoras privadas para los próximos meses.
El crédito, que fue uno de los motores del crecimiento y del triunfo de Cambiemos en la elección de 2017, pasó a ser un lastre para la economía en estos meses. Según los datos de Macroview, en base al Banco Central, hasta mayo de 2018, cuando se inició la corrida cambiaria, el crédito en pesos crecía al 50% anual (préstamos hipotecarios, consumo y empresas), con una inflación del orden del 26% anual. Incluso en el segundo semestre de 2017, durante el proceso electoral de ese año, llegó a expandirse a una tasa del 4,2% mensual.
Sin embargo, con la crisis empezó a desacelerarse rádidamente y desde el cuarto trimestre del año pasado cae incluso en términos nominales (ver gráfico). En el acumulado de los últimos 12 meses todavía da variaciones positivas porque todavía incluye meses de fuerte expansión antes de la crisis: por ejemplo, en marzo creció 7,5% en el acumulado del último año (Igualmente en términos reales eso significa ajuste enorme si se tiene en cuenta que la inflación a marzo supera el 51% en los últimos 12 meses).
La proyección es que con la economía en recesión y las tasas de interés en un nivel exorbitante que el Banco Central promete mantener, para evitar la corrida al dólar de los ahorristas, hacia junio el crédito estará en 0% de crecimiento respecto de junio del año pasado (De nuevo con una inflación anual cercana al 50%). El derrumbe del crédito al sector privado, la contracara del apretón monetario, es otro de los factores que postergará la recuperación de la economía.
El regreso de los créditos hipotecarios UVA
25/11/2024
