El tipo de cambio a casi 44 pesos, como cerró el viernes el dólar mayorista ($44,97 en el minorista), es el “segundo más alto de la era Macri”. El dólar más alto fue el de septiembre del año pasado en plena espiral cambiaria cuando llegó a casi 48,20 pesos a valores de hoy. Es decir que desde septiembre, el dólar subió menos que la inflación. Si hubiese seguido en el mismo ritmo debería estar cuatro pesos más alto en el mayorista (unos 49 pesos al público).
Recordemos: ésta es la manera de comparar la cotización del dólar en distintos períodos históricos con la cotización actual. Para saber si el dólar hoy está "caro" o "barato" respecto del pasado, se toma la cotización de ese momento histórico y se le aplica la inflación que hubo desde entonces hasta hoy (*).
A inicios de septiembre del año pasado, el dólar mayorista cotizaba a 38 pesos. Desde entonces hasta febrero incluido la inflación acumulada (septiembre, 6,5; octubre, 5,2%; noviembre, 3,2%; diciembre, 2,6%; enero, 2,9%; febrero, 3,8%) rondó el 27% (Aclaración: no se deben adicionar los índices de manera simple, porque la inflación se acumula sobre el período anterior). Así que dólar de 38 pesos equivaldría a un dólar de casi 48,20 pesos en marzo (ver cuadro con los cálculos de la consultora Macroview realizados a mediados de marzo). Con la inflación de marzo del ¿4%? llegaría incluso a casi 50 pesos calculado a los primeros días de abril.
El tercer dólar más alto de la era Macri fue el inmediatamente posterior a la salida del cepo a fines de 2015: el dólar de febrero de 2016 (unos 14 pesos en el mayorista) equivaldría a casi 37 pesos de hoy. Ese dólar luego “cayó” al atrasarse frente a la inflación a 27 pesos de hoy en abril de 2017, un valor que no estaba muy lejos del dólar muy atrasado que dejó Cristina con Kicillof en noviembre de 2015 (el dólar de “9 pesos y pico” de aquel momento equivaldría a un dólar de 25,30 pesos hoy). No muy lejos, a su vez, del dólar súper atrasado de la convertibilidad, que hoy equivaldría a unos 23,20 pesos.
Cuando el año pasado se inició la crisis cambiaria (en abril) el dólar a 20 pesos de entonces, equivalía a un dólar de $ 30,90 actual. (Tras la elección de 2017, el Gobierno había iniciado un proceso de devaluación para salir del fuerte atraso cambiario de 2017 –que Sturzenegger y Dujovne negaban enfáticamente, pero la corrida empezó con un dólar todavía muy atrasado).
Por su puesto, el dólar a 44 de hoy es mucho más barato que el dólar “recontraalto” de la primera etapa de Néstor Kirchner (2003-2006), tras la megadevaluación de la salida de convertibilidad, cuando la economía crecía a tasas chinas, junto con las exportaciones y se creaba una gran cantidad de empleo. Ese dólar promedio de 3 pesos de los primeros años de Kirchner equivaldría hoy a un dólar de casi 67 pesos, si le aplicarámos la inflación desde entonces. Dicho de otro modo: hoy con 1 dólar se pueden comprar menos bienes y servicios en Argentina que en aquella época, porque desde entonces los precios subieron bastente más que el dólar.
Cuanto más tiempo se queda el dólar rezagado frente a la inflación, más lejano queda el dólar actual respecto al dólar real de otros períodos en el pasado. Por ejemplo, cuando hicimos el mismo cálculo en noviembre pasado, con el dólar alrededor de 39 pesos, el dólar de los primeros años de Kirchner a valores de ese momento (noviembre de 2018) equivalía a “sólo” 49 pesos (Ver acá).
El tipo de cambio real actual no está mal para la competitividad exportadora y para protegerse de la competencia importada. Al mismo tiempo, es caro para atesorar y viajar al exterior. Según Macroview, el dólar algo arriba de 43 pesos en el mayorista (44/45 pesos el minorista) es “lógico”. Pero aclara que “no es prohibitivo” para atesorar.
El informe dice que con un dólar equivalente a 42 pesos de hoy, los argentinos atesoraron muchos dólares durante el conflicto del campo (2008) y la crisis mundial de 2009, o con el dólar paralelo del cepo (2014 y 2015). El dólar de 15 pesos del “blue” o el “paralelo” durante el 2015 traido por la inflación acumulada desde entonces a valores actuales rondaría los 42 pesos.
Un dólar que frenó casi por completo el atesoramiento en dólares fue el dólar de 67 pesos a valores actuales de los primeros años de la era K. Pero hoy es irrepetible. Cualquier salto adicional del dólar quedaría licuado en términos reales porque trasladaría rápidamente a la inflación. Por otro lado, mientras se mantengan niveles de inflación superiores al 2/3% mensuales es evidente que tampoco hay demasiado margen para dejar el dólar quieto, como se intentó entre octubre y mediados de febrero pasado.
El problema no es que el dólar acompañe la inflación (algo necesario para evitar la pérdida de competitividad –vía el aumento de los costos en dólares—y el atraso cambiario que alienta la demanda de dólares para atesorar). El problema es que cualquier salto del dólar, potencia el fantasma de una corrida de los depósitos en pesos y retroalimenta el riesgo de la espiral dólar-precios.
(*) Nota: Es una aproximación de lo que los economistas llaman el "tipo de cambio real bilateral" con Estados Unidos para medir la "competitividad" de la economía: a la cotización del dólar se le aplica la inflación local en el período y se le resta la inflación de Estados Unidos.