Mientras el oficialismo avanza encolumnado detrás de Cristina Kirchner, la oposición camina separada hacia las elecciones presidenciales.
Aunque el círculo rojo pide que se junten, Mauricio Macri y Sergio Massa ya parecen haber descartado por completo la posibilidad de ir a una PASO conjunta.
Macri ya cerró el acuerdo con el radicalismo de Ernesto Sanz y la Coalición Cívica de Elisa Carrió.
El jefe de gobierno porteño hace campaña cuestionando al PJ y rechaza cada vez que puede un entendimiento con el líder del Frente Renovador.
Macri coincide con la Casa Rosada en la estrategia de polarizar. Le conviene que el oficialismo lo elija como blanco de sus críticas para crecer entre el electorado antikirchnerista.
El kirchnerismo y el macrismo lograron lo que hace seis meses parecía imposible: ningunear a Massa y dejarlo afuera de la batalla principal.
En la recta final de la campaña, las encuestas del PRO y el Frente para la Victoria ubican al ex jefe de Gabinete muy por debajo de sus rivales.
Sin embargo, la controversia por los sondeos que encargan los candidatos crece y casi todos están bajo sospecha.
¿Qué hará Massa para repuntar en el tramo decisivo de la campaña más reñida de los últimos 12 años?
